viernes, 17 de mayo de 2024

El pecado imperdonable.



Por lo cual, como dice el Espíritu Santo:

Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto, donde me tentaron vuestros padres; me probaron,  y vieron mis obras cuarenta años. A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, y dije: Siempre andan vagando en su corazón, y no han conocido mis caminos. Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo.

Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros* cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio, entre tanto que se dice:

Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.

¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés? ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron? Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.

Hebreos 13.7-19

La incredulidad es el pecado imperdonable. La falta de Fe, la desconfianza en el camino de Dios, es lo que nos aparta de Él. Dios nos coloca en circunstancias en dónde nuestra Fe ha de ser probada. Es en el desierto, en tiempos de necesidad, de sed de hambre, en donde podremos conocer nuestra verdadera Fe. 

El andar cristiano es un camino de Fe acompañado por la Gracia de Dios. 

El remedio para la incredulidad es la auto examinación, exhortarnos a nosotros mismos, obligarnos a una examinación diaria para que nuestro corazón no se endurezca por el engaño del pecado. Debemos ser sinceros con nosotros mismos y abonador toda incredulidad y depositar nuestra plena confianza en Cristo. 

Pablo nos interpela directamente "si oyeres hoy su voz" y nos indica que debemos hacer "no endurezcáis vuestros corazones"

A veces escuchamos su voz, pero dudamos, vagamos en nuestro corazón, en consecuencia, desobedecemos. Sabemos lo que debemos hacer, pero no lo hacemos. El resultado de nuestra incredulidad, desobediencia, es perdernos en el camino. No llegar a la meta que Dios tiene para nosotros. Entonces, debemos examinar y determinar el momento en que dejamos de obedecer y retomar el camino. Confiar en la indicación divina y avanzar por Fe hacía dónde Él quiere que vayamos. Sin dudar, en plena confianza en sus promesas, porque el que llama es Fiel. 


*En la Biblia interlineal, en el griego, se usa la palabra jeautú que corresponde a el término "a si mismo" no se usa alélon, traducido como común o mutuo, utilizado más habitualmente en el "unos a otros" como por ejemplo en 1 Tesa 5.11 


martes, 9 de abril de 2024

A solas con Dios - Jhon MacArthur - Frases/Fragmentos



"La oración es sin dudas la actividad suprema del alma del ser humano. El hombre llega a lo máximo cuando de rodillas se encuentra frente a frente con Dios" Martyn Loyd-Jones.

Debido a que la comunión con Dios es tan vital y oración tan efectiva para el cumplimiento del plan de Dio, el enemigo intenta constantemente introduccir errores en nuestro entendimiento y compromiso con la oración. 

"No hay nada más que diga tanto la verdad sobre nosotros como cristianos que nuestra vida de oración" Martyn Loyd-Jones

Estar a solas con Dios debería ser el mayor deseo de un cristiano.

1 - Un corazón centrado en Dios

Como debe ser la actitud del creyente en su comunión con Dios. La oración es una necesidad vital para el cristiano. Debemos tener una actitud correcta al orar. 

Para un cristiano, la oración debería ser como respirar. 

Los cristianos se han vuelto tan dependientes de los recursos fisicos que sienten  poca necesidad de los recursos espirituales. 

La oración continua, persistente e incesante es parte esencial de la vida cristiana y fluye de la dependencia de Dios. (Ef 6:18; Col 4:2)

Para Jesús la oración fue el aire espiritual que respiró cada día de su vida. Instó a sus discipulos a hacer los mismo (Luc 21:36) La iglesia primitiva aprendió la lección (Hec 1.14; 2:42; 6:4). El apostol Pablo fue un ejemplo de este compromiso de oración (Rom 1.9-10; 1 Cor 1.4; Ef 5:20, Fil 1.4; Col 1.3; 1 Tes 3.10; 2 Tim 1:3) y animo a otros a hacer lo mismo (1 Tes 5:17; Fil 4.6; Col 4:2; Rom 12:12; Ef 6:18)

Orar sin cesar invita a cambiar nuestra manera de vivir. Debemos vivir con una actitud de oración. Orar todo el tiempo es vivir en un estado constantemente consciente de la presencia de Dios, dónde todo se vive con una consciencia profunda y una entrega a nuestro Padre Celestial. 

Todos los pensamientos, obras y circunstancias de la vida se convierten en una oportunidad para tener más comunión con nuestro Padre. 

Nuestra comunión no fue diseñada para esperar hasta que estuvieramos en el cielo. El deseo de Dios es que estemos en comunión AHORA. 

La oracion es apropiada en cualquier momento, en cualquier postura, en cualquier lugar, bajo cualquier circunstancia y bajo cualquier atuendo. Dependemos del poder de Dios minuto a minuto. 

Mientras el cristianos sienta su insuficiencia, dependerá totalmente de Dios y orará sin cesar. 

Si usted no está alerta a los problemas y necesidades, no podrá orar por otros creyentes de forma específica y de todo corazón. 

Perservar en la oración es presentar todo delante de Dios con todo el corazón, valentía y constancia. Hebreoss 5:7; Luc 6:12.

La ilustración más grande la intensidad en la oración fue en el huerto de Getsemaní. Luc 22:41-44; Mat 26:36-46)

La oración persistente y continua que sale de lo más profundo de nuestro ser es lo que conmueve el corazón compasivo y misericordioso de nuestro Dios.

Orar en el Espiritu es orar en completo acuerdo con el Espiritu. ¿Cómo hacemos que nuestras oraciones estén de acuerdo con el Espiritu? Llenandonos de Él. A medida que tu vida se llene con el Espiritu y camine en obediencia, Él gobernará tus pensamientos para que las oraciones estén en armonia. 

2 - Buscar al Señor en secreto

El pecado nos seguirá hasta la misma presencia de Dios; y no hay pecado más poderoso o destructivo que el orgullo. En esos momentos en que venimos delante del Señor en adoración y pureza de corazón, podríamos ser tentados a adorarnos a nosotros mismos.

El pecado nos conduce a tomar atajos en todas las disciplinas cristianas, y cuando sucumbimos a su tentación con suficiente frecuencia, la hipocresía se convierte en el modelo de nuestra vida sin que nos demos cuenta.  

La perspectiva Judía sobre la oración. 

Los judíos del AT deseaban orar porque creían que Dios quería que se acercarán a Él. Nos temían a Él de la manera en que los paganos temían a sus dioses.

La oración que se enfoca en uno mismo siempre es hipócrita porque la oración verdadera se enfoca en Dios. 

Desarrollar intimidad con cualquier persona requiere franqueza y sinceridad, y eso desde luego, se aplica a nuestra relación con Dios. Si alguna vez quiere experimentar poder y pasión en su comunión con el Señor, debe asegurarse que sus intensiones sean como las del publicano Lucas 18:13-14, quién se acercó a Dios con una actitud humilde y penitente. 

El modelo de la oración

3 - El Padre Nuestro

"La oración honra a Dios; y deshonra a uno mismo" E. M. Bounds. 

La oración comienza y termina NO con las necesidades del hombres sino con la gloria de Dios. Juan 14:13. 

Muchos santos del AT tuvieron causas justas par rogarle a Dios que los sacara de circunstancias desgarradoras, no obstante ellos buscaron cómo glorificar a Dios y seguir siempre su voluntad. 

Jonas 2:7-9 - Jonás tuvo un buen motivo para exigirle a Dios que lo sacara de pez, él siemplemente alabó el caracter de Dios. 

Daniel 9:4-5 - Daniel estuvo en sitaciones peligrosas. Él empezaba orando afirmando la naturaleza y el carácter de Dios. 

Jeremias 32:17- 23 - Jeremias pudo haberse desesperado por su ministerio, en cambio, oró y alabó la gloria, nombre y obras de Dios.

Después de advertir la perversión que había corrompido a la costumbre judía de la oración, nuestro Señor da un modelo divino para que todos los creyentes puedan orar de manera que sea agradable a Dios.

El Padre Nuestro es un modelo que podemos usar para dar dirección  a nuestra propia alabanza, adoración y peticiones. No es un sustito a nuestras oraciones sino una guía. El Padre Nuestro exhibe la relación de creyente con Dios, define la actitud y el espiritu que deberíamo tener; pone un balance entre la Gloria de Dios y nuestra necesidad. 

El Padre Nuestro revela el proposito de la oración: santificar el nombre de Dios, guiar la entrada a su reino y hacer su voluntad. Detalla nuestra provisión presente, perdón pasado y protección futura.

La oración genuina viene de gente humilde que expresa absoluta dependencia de Dios. 

4-  Santificado sea tu nombre

Cuando los creyentes tienen un bajo concepto de Dios, todo se concentra en satisfacer necesidades dentro del cuerpo de Cristo. Es esencial comprender que existimos para traer Gloria a Dios. Cuando conocemos y glorificamos a Dios, todas nuestras necesidades están satisfechas. Pro 9.10

Los cristianos necesitan ser confrontados por su verdadera necesidad, un entendimiento de la santidad de Dios y de su propia pecaminosidad, para que puedan ser útiles para su Gloria. 

La oración no debe ser una rutina casual que rinde un homenaje pasajero a Dios; debe ser una experiencia profunda que abre grandes dimensiones de reverencia, admiración, apreciación, honra y adoración.

Al enfocar nuestros pensamientos en el nombre de Dios, nuestro Señor nos está enseñando que su nombre significa mucho más que sus títulos; representa todos lo que es: su carácter, plan y voluntad.

Cuando Cristo vino al mundo, los seres humanos, especialmente sus discipulos, tuvieron la oportunidad de ver el carácter de Dios en persona. 

Santificar el nombre de Dios es reverenciar, honrar, glorificar y obedecerlo como Dios único y completamente perfecto. 

No darle la honra a Dios trae consecuencias: Num 20: 1-12; 1 Sam 15:11; 2 Sam 6:7; 2 Cro 26:16-23; Hechos 5:1-11; 1 Cor 11:27-30)

"Ninguna religión ha sido más grande que el concepto que tiene de Dios." A. W. Tozer. 

El temor de Dios no es opcional. Prov 23.17. Mat 10:28; Col 3:22

5 - Venta tu reino

 "Mi reino no es de este mundo" dijo Jesús a Pilato. "Si mi reino fuera entregado a este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judios" Juan 18:36.

Nuestro mayor deseo como creyentes debería ser ver al Señor reinando como Rey en su reino, teniendo el honor y la autoridad que le corresponde, pero aún no la ha venido a reclamar. Orar "venga tu reino" es orar para que el programa de Dios se cumpla, para que Cristo venga y reine. 

Cuando confesamos a Cristo como Señor, confirmamos que la dirección de nuestra vida está dirigida a su exaltación. Un verdadero hijo de Dios no se preocupará por sus propios planes y deseos sin por el programa determinado de Dios, revelado en la persona de Jesucristo. 

Orar "venga tu reino" es una oración evangelística.

6 - Sea hecha tu voluntad

¿La oración, una paradoja cristiana? 

Existen dos puntos de vista doctrinales. Un punto de vista enfatiza la soberanía de Dios, y su aplicación extrema sostiene que Dios obrará según su perfecta voluntad sin importar cómo oren las personas o incluso si no oran en lo absoluto. Por lo tanto, la oración no es más que sintonizarse con la voluntad de Dios. En el otro extremo, está el punto de vista que sostiene que las acciones de Dios en lo concierne a nosotros están determinadas mayormente por nuestra oraciones. Nuestras súplicas persistentes causarán que Dios haga por nosotros lo que no haría de otra forma. 

La repuesta de MacArthur ante esta paradoja:

La Biblia es muy clara en cuando a la absoluta soberanía de Dios, sin embargo, dentro de esa soberanía nos manda a haceer el ejercicio de nuestra voluntad de manera responsable en ciertas áreas, incluyendo el rogar en oración. Si Dios no actuara en respuesta a la oración, la enseñanza de Jesús acerca de la oración sería inútil, no tendría sentido, y todas las órdenes de orar carecerían de su razón de ser. Nuestra tarea no es resolver el dilema de cómo funciona la soberanía de Dios con la responsabilidad del hombre sino creer y actuar en base a lo que Dios nos manda en cuanto a la oración.

Cuando oramos, lo debemos hacer según la voluntad de Dios. Su voluntad se debe convertir en la nuestra. También oramos para que su voluntad prevalezca por toda la tierra, así como en el cielo. 

Salmo 40:8; Juan 4:34, Mat 12:50; Juan 6:38

Debemos orar en fe, creyendo que nuestras oraciones sí marcan la diferencia para Dios. Para protegernos de la resignación pasiva y poco espiritual, Jesús nos dejo la parábola de la viuda inoportuna. Luc 18.

Rebelión justa - Lucas 18.1-11

Entender y tener la actitud apropiada hacia la voluntad de Dios es lo que podría llamarse en un sentido rebelión justa. Dedicarse a la voluntad de Dios exige estar opuesto a Satanás. Orar que sea tu voluntad como en el cielo aquí también en la tierra es rebelarse en contra de la noción de que el pecado es normal e inevitable, y por lo tanto, debe tolerarse. 

Cuando estamos comprometidos con ver la voluntad de Dios en la tierra se rebelará contra el sistema mundial de impiedad. Renunciará a todas las cosas que deshonrar y rechazan a Cristo, y también confrontará la desobediencia de los creyentes. 

Jesús sabía lo que había de suceder, pero no aceptó cada situación como inevitable e irresistible. 

Nada pecaminoso o malvado viene de Dios, solo viene de las manos de Satanás. Cuando oramos por justicia oramos en contra de esa maldad. 

Aunque debemos reaccionar negativamente en contra del mal y suplicar a Dios a que se cumpla su voluntad, no debemos intentar llevar a cabo su voluntad por Él. No debemos intentar eliminar prácticas malvadas por desobediencia civil para rebelarnos. La rebelión es desobediencia a Dios y a su Palabra. Rom 13:1-5; 1 Pedro 2:13-17. En cambio, debemos manifestar nuestra rebelión en oración y en aquellas actividades que son justas y permitidas bajo la ley. 

Orar para que sea la voluntad de Dios es orar para que la voluntad de Satanás sea deshecha. Salmo 68:1; Apo 6:10.

 Tendemos a percibir la oración como algo importante sólo para producir un cambio en las circunstancias en vez del cambio que puede producir en nosotros y para la Gloria de Dios. 

El mayor obstáculo para la oración es la falta de fe. 

Al aceptar y orar por la voluntad de Dios con sinceridad y fe, debemos abandonar nuestra propia voluntad. Rom 12:1-2

La oración es un medio de santificación progresiva. 

7 - El pan de cada día danoslo hoy.

El hecho de que Dios es el que nos da el pan nuestro de cada día, perdona nuestra deudas y nos protege de la tentación es una expresión de su poder y gracia. Por lo tanto, se glorifica a sí mismo al suplir esas necesidades en nuestra vida. 

Deut 8: 18 - Es Dios quien da el poder para hacer riquezas. 

Nuestra vida, aliento, salud, posesiones, talentos y oportunidades se originan en los recursos que Dios ha creado y puesto a disposición del ser humano. Todo lo que tenemos es de Dios.

La provisión física de Dios es una promesa sólo para aquellos que le pertenecen. Dios se compromete a satisfacer las necesidades de los suyos.

Sin un concepto adeucado de Dios, no puede existir un concepto adecuado del hombre.

8 - Perdona nuestras deudas. 

1Pedro 4:8 - Lo más esencial, bendito y costoso para Dios fue proveer al hombre el perdón de pecados. Es sumamente bendito porque nos introduce a una comunión eterna con Dios. Y es sumamente costoso porque el Hijo de Dios entregó su vida para que pudiéramos vivir. 

Estar libre de culpa por medio del verdadero perdón es la necesidad espiritual más profunda del hombre. Sin ello, él no puede entablar una relación con Dios que produzca paz y esperanza. 

Prov 28:13 - La confesión es el único camino hacia una vida libre y gozosa. 

9 - Líbranos del mal

¿Prueba o Tentación? - Otra paradoja cristiana

Santiago 1.13 - Dios nunca nos induciría a pecar. Si Dios no tienta ¿porqué pedirle algo que nunca haría? No nos metas en tentación. 

Crisóstomo señala que Jesús no está tratando con lógica o teología sino un llamado natural de la debilidad humana enfrentándose al peligro. Todos deberíamos evitar el peligro y el problema que crea el pecado. Por lo tanto, esta petición es la expresión del alma redimida que desprecia y teme tanto al pecado, que quiere escapar de toda posibilidad de caer en él, escogiendo evitar en vez de derrotar la tentación. 

Aquí tenemos una paradoja bíblica. Sabemos que las pruebas son un medio para crecer espiritualmente, moral y emocionalmente. El carácter cristiano se fortalece por medio de las pruebas. Sin embargo, no tenemos el menor deseo de estar en un lugar en el que la prueba podría conducir al pecado. 

Cuando vemos honestamente el poder del pecado y nuestra propia debilidad y tendencias pecaminosas, nos estremece el peligro de la tentación o incluso de la prueba. 

Santiago 1:17

Cada prueba de Dios tiene la potencialidad de convertirse en tentación. Cada prueba nos permite madurar espiritualmente. (Jose como ejemplo - Gen 50:20) - Nuestra oración deberia ser como 1 Cor 10:13.

Aunque Dios no tienta a nadie, traerá situaciones a nuestra vida que se convertirán en pruebas. Si no pasa la prueba, se convertirá en tentación. 

Mat 4.1; Job 23:10; 1 Pedro 1:6-7. 

La petición de "no nos metas en tentación" es una protección en contra de presumir y tener un falso sentido de seguridad y autosuficiencia. Confesamos nuestra debilidad, nuestra insuficiencia para tratar el pecado y reconocemos nuestra absoluta impotencia para combatir el pecado.  Salmo 119:111

La oración en acción

10 - Orar por las cosas correctas

Mateo 6: 25.33 - Nuestra prioridad debe ser fomentar el reino de Dios.

Ejemplo de Pablo - 2 Tes. 1:11 - Pablo supo lo que era importante en la vida cristiana. Pablo enfocó sus oraciones en temas en beneficio espiritual de los santos. Oraba para que seamos dignos de llevar el nombre de Cristo. Orar para que Dios cumpla su propósito en cada creyente. Oraba para que la fe de los creyentes fuera poderosa.

11 - Orar por los que no conocen al Señor.

La biblia ofrece varios ejemplos: Nun 14:19; 1 Samuel 7:3-5; 1 Sam 12:23; Hechos 7:59-60; Rom 9.1-4; Rom 10.1; 1 Tim 2:1-8; 

La meta de la iglesia es, como Israel antes de ella, es alcanzar al mundo con la verdad salvadora de Dios. Israel falló en ser la nación fiel por la cual Dios podría alcanzar al mundo, y la responsabilidad pasó a la iglesia. La iglesia debe ser consciente de su misión evangelística. 

La clave para cambiar una nación es la salvación de los pecadores, y eso requiere oración fiel. 

La oración evangelística por todos los hombres, por lo tanto, refleja el corazón de Dios y honra la obra de Cristo en la cruz. 

La Gloria del nombre de Dios es el destino final de todas las cosas. 

martes, 20 de febrero de 2024

Fragmentos: El Jesús que no puede ignorar - MacArthur

 Las verdades centrales de la Escritura siempre son atacadas. La Escritura misma señala claramente que el principal campo de batalla donde Satanás pelea su lucha cósmica contra Dios es ideológico. En otras palabras, la guerra espiritual en la que cada cristiano está inmerso es, antes que todo, un conflicto entre la verdad y el error, y no meramente una competición entre obras buenas y malas. El principal objetivo de la estrategia de Satanás es confundir, negar y corromper la verdad con tanta falacia como sea posible, y eso significa que la batalla por la verdad es muy seria. Ser capaz de distinguir entre la sana doctrina y el error debería ser una de las mayores prioridades para todo cristiano, al igual que defender la verdad contra las falsas enseñanzas" 

Cuando Él se encontró hasta con el más flagrante de los leprosos morales (desde una mujer que vivía en adulterio en Juan 4.7-29 hasta un hombre infestado de una legión completa de demonios en Lucas 8.27-39), Jesús siempre los ministró con una notable benevolencia, sin darles ningún sermón como reprimenda ni cortantes reproches. Invariablemente, cuando tales personas llegaban a Él, ya estaban quebrantadas, humilladas y hartas de la vida de pecado. Él con entusiasmo otorgaba a tales personas perdón, sanidad, y plena comunión con Él sobre la base de la fe de ellos solamente (cp. Lucas 7.50; 17.19).

Sobre la niñez de Jesús: 

Lucas termina este singular destello de la niñez de Jesús con este punto final: «Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres» (vv. 51-52). Este es el final de Lucas 2, y un resumen perfecto de la niñez de Jesús.

A primera vista, no es fácil entender cómo Jesús, como Dios encarnado, con todos los atributos de la Deidad, podría aumentar posiblemente en sabiduría u obtener favor con Dios; pero es una frase sobre la humanidad de Jesús. Como Dios, Él es, desde luego, perfecto en todos los aspectos y, por tanto, eternamente inmu- table (Hebreos 13.8). La omnisciencia divina, por definición, no permite ningún aumento en sabiduría; pero este texto está diciendo que en la consciencia de su mente humana, Jesús no siempre se valía del infinito conocimiento que poseía como Dios (cp. Marcos 13.32). Él no perdió su omnisciencia ni dejó de ser Dios, sino que voluntariamente suspendió el uso de esa cualidad; por tanto, cuando era niño, aprendía cosas de la misma forma en que aprenden todos los niños. Además, en su crecimiento desde la niñez hasta la madurez, Él se ganó la admiración de otros y la aprobación de Dios por el modo en que vivió como ser humano sujeto a la ley de Dios (Gálatas 4.4).

Lucas 2.52 no es, por tanto, una negación de la deidad de Jesús; es una afirmación de su verdadera humanidad. El énfasis está en la normalidad de su desarrollo. En su progreso desde la niñez hasta la madurez, Él soportó todo lo que cualquier otro niño experimentaría, a excepción de la culpabilidad del pecado.

Sobre Jesús en el Templo

Juan, uno de los primeros discípulos a quien Jesús llamó sin duda estaba presente aquel día y por tanto, el escribe ente relato como testigo ocular. Así, describe sus propios pensamientos cuando dice: Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume» (v. 17). Esta es una referencia a Salmo 69.9: «Porque me consumió el celo de tu casa; y los denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre mí. Ese versículo, a su vez, es paralelo de Salmo 119.139: «Mi celo me ha consumido, porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras Ambos pasajes se aplican perfectamente a este incidente. Ambos textos describen una furia celosa que no es el resentimiento egoísta de alguien que ha sufrido un insulto personal. En cambio, es un profundo ultraje que viene de comprender que Dios está siendo deshonrado. Una vez más vemos claramente que Jesús fue movido por una indignación justa, que surgía de los motivos más puros de un corazón casto y virtuoso. Esto nada tenía que ver con la forma de furia fuera de control que con frecuencia asociamos a la ira humana.


Sobre el ministerio del Espíritu Santo en la Salvación...

El renacimiento espiritual es totalmente obra de Dios y no resultado del esfuerzo humano. Juan 3:6

La vida espiritual no puede ser fruto del logro humano, un hecho que contradice toda forma de religión de obras, incluyendo el sistema fundamental de creencias de los fariseos.

El renacimiento espiritual está por encima del control de las obra humanas o de la fuerza de voluntad humana. 

"El viento sopla donde quiere, y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene y a dónde va; así pasa con todo el que ha nacido del Espíritu" Juan 3:8

El ES es soberano. Se mueve dónde Él desea, no a capricho de ningún plan humano; sus obras no se contienen, ni se dispersan automáticamente, en ningún ritual religioso o protocolo espiritual. El ES no es movido por loa que nosotros hacemos en absoluto, sino por su propia voluntad. 

Sobre el sermón del monte... las bienaventuranzas

Los pobres de espíritu son aquellos que saben que no tienen recursos espirituales propios.
Los que lloran son personas arrepentidas, verdaderamente triste por su propio pecado.
Los mansos son aquellas que verdaderamente temen a Dios y conocen su propia indignidad a la luz de la santidad de Él.
Los que tienen hambre y sed de justicia son aquellos que, habiéndose alejado del pecado, anhelan lo que Dios ama. 

Estas cuatro bienaventuraranzas son todas ellas cualidades interiores de la fe auténtica. Describen el corazón del creyente. Más concretamente, describen cómo se ve el creyente a sí mismo delante de Dios: pobre, triste, manso y hambriento. 

Las cuatro últimas bienaventuranzas describen manifestaciones exteriores de esas cualidades. Se enfocan principalmente en el carácter moral del creyente, y describen cómo deberían ser un cristiano auténtico para un observador objetivo. 

Los misericordiosos son aquellos que, como beneficiarios de la gracia de Dios, dan gracia a otros.
Los puros de corazón describen a personas cuyos pensamientos y actos están caracterizados por la santidad. 
Los pacificadores habla principalmente de aquellos que difunden el mensaje de paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, que es la única paz verdadera y duradera. 
Los que padecen persecución por causa de la justicia son ciudadanos del reino de Cristo que sufren debido a su aflicción con él y su fidelidad al Señor. 

Todas esas cualidades están radicalmente reñidas con los valores del mundo. El mundo estima el orgullo más que la humildad, prefiere las risas en lugar de los lloros; piensa que la firmeza resuelta es superior a la verdadera mansedumbre; y prefiere la saciedad al placer carnal por encima de la sed de verdadera justicia. El mundo mira con profundo desprecio la santidad y la pureza de corazón, se burla de todo ruego para establecer la paz con Dios, y constantemente persigue a los verdaderamente justos.


lunes, 8 de enero de 2024

Fragmentos: Fuego Extraño de John MacArthur (2014)



Sobre Nadab y Abiu ( Lev 10.1-3)

"El punto crucial de su pecado fue acercarse a Dios de una manera descuidada, contumaz e inapropiada, sin el respeto que él se merecía. Ellos no lo trataban como santo ni exaltaron su nombre delante de la gente. La respuesta del Señor fue rápida y mortal. El «fuego extraño» de Nadab y Abiú encendió las llamas inextinguibles del juicio divino contra ellos, y fueron incinerados en el acto."

"Aquellos que adoran a Dios deben hacerlo de la forma que él lo requiere, tratándolo como Santo."

Deshonrar al Espiritu Santo significa deshonrar al mismo Dios. La afrenta al ES es motivo de juicio severo. (Hebreo 10:31, Ananías y Safíra Hechos 5:12, Simón el mago Hechos 8:20, Exodo 20)

Sobre el movimiento carismático, pentecostál

"La ironía increíble es que los que hablan más sobre el Espíritu Santo por lo general niegan su verdadera obra. Ellos le atribuyen todo tipo de estupidez humana a Dios, ignorando el verdadero propósito y el poder de su ministerio: liberar a los pecadores de la muerte, dándoles vida eterna, regenerando corazones, sus transformando su naturaleza, proporcionándoles el poder para alcanzar la victoria espiritual, confirmando su lugar en la familia de Dios, intercediendo por ellos de acuerdo con la voluntad divina, sellándolos de forma segura para la gloria eterna y prometiéndoles la inmortalidad en el futuro."

Sobre el verdadero ministerio del Espíritu Santo. 

"No es caótico, llamativo ni extravagante (como un circo). Por lo general, tiene lugar de manera oculta y discreta (la forma en que el fruto se desarrolla). Nunca podremos recordar demasiado que el papel principal del Espíritu Santo es exaltar a Cristo, sobre todo para lograr que Cristo sea alabado por su pueblo. El Espíritu hace esto de una manera personal y única, en primer lugar al reprobarnos y condenarnos, mostrándonos nuestro propio pecado, abriendo nuestros ojos a lo que es la verdadera justicia y haciéndonos sentir profundamente nuestra responsabilidad ante Dios, el Juez justo de todos (Juan 16.8-11). El Espíritu Santo habita en los creyentes, dándonos poder para servir y glorificar a Cristo (Romanos 8.9). Él nos guía y nos da la seguridad de nuestra salvación (vv. 14-16). Ora por nosotros con gemidos demasiado profundos para ser expresados palabras con (v. 26). Nos sella, nos mantiene seguros en Cristo (Efesios 4.30; 2 Corintios 1.22). La presencia diaria del Espíritu es la fuente y el secreto de nuestra santificación hasta que nos conforme a la imagen de Cristo.
Esto es lo que el Espíritu Santo está haciendo realmente en la iglesia, incluso ahora. No hay nada confuso, extraño o irracional con respecto a ser lleno del Santo o guiado por él. producir no es Su obra un espectáculo ni fomentar Espiritu realidad, cuando vea esas cosas, usted puede estar seguro de que no se data de la obra del Espíritu, pues Dios no es Dios de confusión, sino de paza ( Corintios 14.33, 40). Lo que es del Espíritu de Dios produce fruto: «amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley (Gálatas 5.22-23). "


A partir de 1Juan 4:1-8, Jonathan Edwards consideró 5 preguntar para saber si un movimiento/avivamiento es una verdadera obra del Espiritu Santo

1 - ¿Exalta al verdadero Cristo? 
2 - ¿Se opone a lo mundano?
3 - ¿Lleva las personas a las Escrituras?
4 - ¿Exalta la verdad? 
5 - ¿Produce amor a Dios y a los demás? 

"Una verdadera obra del ES produce un amor a Dios que se expresa en la adoración y la alabanza de una mente sobria"
"La adoración es una expresión de amor a Dios, y por lo tanto, debido a su propia naturaleza involucra las pasiones del alma."
"En un culto auténtico, los pensamientos y los sentimientos van juntos, en conjunto con todas nuestras facultades humanas, centrándose en Dios en la adoración pura" (Mateo 22:37)

Sobre verdaderos cristianos en movimiento carismático,

"El resultado es que están jugando con fuego extraño. Al exponerse continuamente a la falsa enseñanza y la falsa espiritualidad del movimiento carismático, se han colocado así mismos ( y a cualquier persona bajo su cuidado espiritual) en peligro eterno. Para los verdaderos creyentes, el movimiento carismático representa una enorme piedra de tropiezo en lo que concierne al verdadero crecimiento espiritual, el ministerio y el hecho de ser útiles. Sus enseñanzas erróneas sobre el Espiritu Santo y las Escrituras inspiradas por el Espiritu perpetúan la inmadurez, la debilidad espiritual y una interminable lucha con el pecado." 
"Los creyentes deben permanecer lejos del  fuego extraño de la adoración y las práctica carismática inaceptables." 

Sobre la revelación extrabíblica... 

"La obsesión del evangelicanismo moderno con la revelación extrabíblica resulta peligroso. Se trata d de un retorno a la superstición medieval y una desviación de nuestra convicción fundamental de que la Biblia es nuestra única, suprema y suficiente autoridad para toda la vida. Representa el abandono masivo al principio reformador de la Sola Scriptura"

Confesión de Fe de Westimenster
"Todo designio de Dios sobre todas las cosas necesarias para su propia glora, la salvación del hombre, la fe y la vida, están expresamente expuestas en las Escrituras, o por buenas y necesaria consecuencia puede deducirse de la Escritura: a la que nada en ningún momento ha de añadirse, ni por nuevas reveleaciones del Espiritu o de las tradiciones de los hombres"

El cannon está cerrado. Ninguna nueva revelación es necesaria porque la Escritura es completa y absolutamente suficiente. 

¿Quiere decir esto que Dios ha dejado de hablar? Por supuesto que no, pero hoy habla a través de su Palabra toda suficiente. ¿Motiva el ES nuestro corazón y nos impresiona con tareas o llamados específicos? Sin duda, pero obra a través de la Palabra de Dios para hacer eso. Estas experiencias no involucran una "nueva revelación" sino a la iluminación, miestras el ES aplica la Palabra a los corazones y abre nuestros ojos espirituales a su verdad. Debemos evitar con todo cuidado que nuestras experiencias y nuestros propios pensamientos o imaginaciones subjetivas eclipsen la autoridad y la certeza de la palabra más segura. 

Nuestro punto de vista de Dios es la realidad fundamental en nuestra manera de pensar y abarca todo lo que creemos acerca del Espíritu Santo. Pensar justamente sobre él y su obra resulta esencial para la adoración, la doctrina y la correcta aplicación de la teología en la conducta diaria. 

Sobre el ES...

Gran parte del problema, al parecer, es que la iglesia moderna ha perdido de vista la majestad divina del Espíritu Santo. 

Él es el omnipotente, eterno, santo y glorioso Espíritu de Dios vivo. Su poder es infinito, su presencia ineludible y su pureza un fuego consumidor. 

El ES es el poder de Dios en una persona divina que actúa desde la creación hasta la consumación, y en todo el periodo intermedio. Él es completamente Dios, poseyendo todos los atributos divinos de la plenitud que le pertenece a Dios. En ningún sentido es un Dios empequeñecido. El Espíritu Santo participa plenamente en todas las obras de Dios. Es santo y poderoso como el Padre y bondadoso y amoroso como el Hijo. Es la perfección divina de su plenitud. Por tanto, es digno de nuestra adoración de una forma tan completa como el Padre y el Hijo. 

Juan 16.7
¿Cómo podría haber algo mejor que tener al encarnado Hijo de Dios físicamente presente en medio de nosotros?

Para aquellos a quienes el ES atrae al Salvador, su obra de convicción es categórica, ya no espolea sus conciencias y penetra hasta lo más íntimo. Por lo tanto, para los elegidos, esta obra de convicción es el principio de la Salvación de Dios, el llamamiento eficaz.


En verdad, la vida cristiana en toda su plenitud es una vida que desea ser vivida en el poder del Espíritu Santo. Él debe ser la influencia dominante en nuestros corazones y vidas. Solo él nos capacita para vivir victoriosamente sobre el pecado, satisfacer las justas demandas de la ley y agradar a nuestro Padre celestial. Es el Espíritu Santo el que nos lleva a una mayor intimidad con Dios. Él ilumina las Escrituras, glorifica a Cristo en nosotros y para nosotros, nos guía a la voluntad de Dios, nos fortalece y también nos ministra por medio de otros creyentes. El Espíritu intercede por nosotros constantemente y sin cesar delante del Padre, de acuerdo siempre con la perfecta voluntad de Dios. Y hace todo esto para conformarnos a la imagen de nuestro Señor y Salvador, lo que garantiza que un día seremos totalmente perfeccionados cuando veamos a Cristo cara a cara.

martes, 5 de diciembre de 2023

¿Qué es ser un cristiano?



Ser un cristiano, en el sentido real del término, es ser seguidor incondicional de Cristo. Como dijo el mismo Señor en Juan 10:27: "Mis ovejas oyen mi vos, y yo las conozco, y me siguen" Ser cristiano sugiere mucho más que una asociación superficial con Cristo. En lugar de ello, demanda un afecto profundo por Él, lealtad a Él y sumisión a su Palabra. En el aposento alto, Jesús dijo a sus discípulos: "Vosotros sois mis amigos, si haceis lo que yo os mando" (juan 15.14). Jesús le dijo a las multitudes que se agrupaban para escucharlo: "Si vosotros permaneceis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos (Juan 18.31) y también dijo: "si alguno quiere venir en pos de mi, nieguese a sí mismo, tome la cruz cada día y sigame. (Lucas 9:23; Juan 12:26)

Cuando nosotros mismos nos llamamos cristianos, proclamamos al mundo que todo sobre nosotros, incluyendo nuestra identidad personal misma, se cimenta en Jesucristo porque nos hemos negado a nosotros mismos para seguirlo y obedecerlo. Él es tanto nuestro Salvador como nuestro Soberano y nuestras vidas se centran en agradarle a Él. Profesar el título de cristiano es decir "Porque para mi el vivir es Cristo y el morir es ganancia" - Fil 1.21

La identidad propia es redefinida radicalmente por el evangelio. 

John MacArthur - Esclavo - La verdad escondida sobre la identidad en Cristo.

miércoles, 30 de agosto de 2023

Cuando encontramos cosas difíciles de digerir.



[Cuando en la Biblia] encontramos estas cosas difíciles de digerir,  porque no entendemos cuatro conceptos bíblicos de vital importancia: santidad, justicia, pecado y gracia.

No entendemos lo que significa ser santo, no entendemos qué es la justicia, no entendemos qué es el pecado y no entendemos qué es la gracia. 

R.C. Sproul  - "La Santidad de Dios"

"Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho" (Deuteronomio 10:17).

Pero Dios no siempre actúa con justicia. Algunas- veces actúa con misericordia. La misericordia no es justicia, pero tampoco es injusticia. La injusticia viola la rectitud, mientras que la misericordia manifiesta bondad y gracia sin transgredir la justicia. Nosotros podemos ver no-justicia en Dios, que es misericordia, pero jamás veremos injusticia en El.

R.C. Sproul  - "La Santidad de Dios"

Fue en la cruz donde se manifestó al mismo tiempo la gracia y la justicia, la ira y la misericordia.

martes, 29 de agosto de 2023

¿Qué entendió Lutero sobre la religión?


 

“Yo anhelaba grandemente entender la Epístola de Pablo, a los Romanos y nada lo impedía sino una expresión, "la justicia de Dios," porque yo pensaba que se refería a la justicia donde Dios es justo y trata justamente castigando al injusto. Mi situación era que, aun siendo un monje impecable, yo estaba frente a Dios como un pecador atormentado de conciencia, sabiendo que mis méritos no lo aplacarían. Como resultado, yo no amaba a un Dios justo y airado; más bien lo odiaba y murmuraba contra El. Sin embargo, me aferraba al querido Pablo y tenía un gran anhelo por saber de qué estaba hablando. Noche y día yo reflexionaba hasta que vi la conexión entre la justicia de Dios y la declaración de que "el justo por la fe vivirá." Entonces entendí que la justicia de Dios es esa justicia por la cual a través de la gracia y la pura misericordia Dios nos justifica por la fe. De allí en adelante sentí como si hubiese nacido de nuevo y hubiese entrado por las puertas del paraíso. Toda la Escritura tomó un nuevo significado, y donde antes la "justicia de Dios" me llenaba de odio, ahora llegó a ser para mí inexpresablemente dulce con gran amor. Este pasaje de Pablo fue para mí la puerta del cielo...”

"Si tienes una verdadera fe en Cristo como tu Salvador, entonces tienes un Dios de gracia, porque esa fe te guiará hacia el corazón y la voluntad de Dios, abriéndote sus puertas para que conozcas la gracia pura y el amor desbordante. Ver a Dios en fe es que veas su fraternal y compasivo corazón, en el cual no hay ira, ni falta de gracia. El que ve a Dios como airado no ve en El correctamente, sino que mira a través de una cortina como si una nube negra se le hubiese puesto frente a su rostro."

Lutero