martes, 14 de junio de 2022

¿Hay alguna cosa difícil para Dios?





Manipular las circunstancias o pretender que la voluntad de Dios se realice a través de nuestras propios esfuerzos es señal equivoca de que no estamos caminando por fe.

El deseo de Dios es que sus hijos esperen con paciencia a que Él cumpla sus promesas a su modo y a su tiempo.


    1. Abraham

Al Padre de la fe le faltó fe.

La Biblia no esconde los errores sino que los manifiesta con el propósito de que aprendamos de ellos. 


“Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.”

I Cor. 10:11-13.


Dios se reveló a Abraham cinco veces prometiéndole que le daría una gran descendencia. 

Haré de ti una gran nación” (génesis 12:2)

a tu descendencia daré...” (génesis 12:7) 

así será tu descendencia” (génesis 15:1-51)

Abraham empezó bien, le creyó a Jehová (génesis 15:6). Sin embargo, el tiempo pasaba y la promesa de Dios no llegaba. 

Entonces, Saraí (le dijo a Abraham génesis 16:1-2) buscó la solución del mundo al problema. El código de Hammurabi permitía proveer una concubina al esposo para que tuviera hijos si su mujer era estéril.

¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne? Gálatas 3:3

El mundo puede darnos sus formas y maneras de hacer las cosas. Abraham se dejó influenciar por las circunstancias y por la ansiedad de su esposa en lugar de confiar en Dios. Él podría haberse negado, pero no lo hizo. Seguramente pensó que era lo correcto, no meditó, simplemente cedió. "Y atendió Abram el ruego de Sarai" Gen 16.2 

Evidentemente Sarai fue persistente, el rogaba a Abram que tomar a Agar para que le diera hijos. 


¿Cuántas cosa hacemos mal por dejarnos llevar por las circunstancias y las personas en lugar de obedecer a Dios?


Gálatas 4:29 dice que Ismael fue “nacido de la carne”, de un esfuerzo humano.

La desobediencia a Dios, las cosas fuera de lugar y de tiempo, a la larga trae malas consecuencias. En este caso, el surgimiento de una nación que sería enemiga del pueblo de Dios, los árabes. 

Manipular las circunstancias o pretender hacer la voluntad de Dios es indicio que no caminamos por fe. Dios desea que esperemos en sus promesas. Fue muy distinto cuando Sarai quedó embarazada porque esa era la promesa de Dios.

A pesar de la mala decisión de Abraham, la falta de fe, Dios, que es rico en misericordia, le dio una nueva oportunidad. Reestableció su Pacto con él y le mandó a circuncidar a su descendencia como señal de ese pacto. Abraham obedeció y circuncidó a Ismael.

También, Dios reafirma que la descendencia de Abraham vendrá por Sarai (gen. 18.9) 

Saraí ya no podía quedar embarazada y tener hijos, pero ¿Hay alguna cosa difícil para Dios? 

Génesis 21:1: visito Jehová – como había dicho

                       Hizo Jehová – como había hablado.

Génesis 21:2 En el tiempo que Dios lo había dicho


Dios es fiel, cumple con lo Él que promete.


    2. José


José fue vendido por sus hermanos a los ismaelitas por envidia, celos, pero él era inocente como Jesús. (Génesis 37:27)

En Egipto, Potifar observó que Jehová estaba con él por su testimonio ya que José no se había amargado contra Dios por el trato de sus hermanos sino que continuaba temiendo a Dios y comportándose como le habían enseñado. 

José no se dejó dominar por las circunstancias ni por las personas. 

La mujer de Potifar quería acostarse con él, pero José sabía que no debía pecar contra Dios y no se dejo influenciar por ella (“no escuchándola” génesis 39:7-12)

La obediencia a Dios, las cosas en su lugar y a su tiempo, también traen a la larga buenas consecuencias. 

Si bien José fue acusado y llevado a la cárcel injustamente, Dios estaba preparando todo para que algún día, José pudiera salvar a su familia, a todo el pueblo de Israel del hambre.


Dios desea que no manipulemos las circunstancias o pretendamos hacer su voluntad a través de nuestros propios esfuerzos sino que esperemos con paciencia que él cumpla sus promesas a su modo y a su tiempo.


Acaso ¿hay alguna cosa difícil para Dios?

jueves, 9 de junio de 2022

De la Victoria a la Rendición





Abram había sido probado en batalla y había ganado. (Genesis 14) Tenía todas las cosas, pero aún así estaba afligido por no tener descendencia.

Su victoria podría haber traído la sospecha de otros reyes. Abram podría temer a otros Reyes que lo vieran como una amenaza. Sin embargo, podemos ver que su victoria no le hizo olvidar a su Dios. Abram no se envanece tras su victoria sino todo lo contrario, pareciera que se siente ansioso, temeroso por su futuro. Entonces, mediante una visión, Dios le habla con palabras de consuelo diciendo: “No temas; yo soy tu escudo”

Génesis 15.1

Yo, Jehová (Yahweh), el Autoexistente, el Autor de la existencia, el Ejecutor de la promesa, el Manifestador de mí mismo al hombre, y no cualquier criatura por exaltada que sea, (Albert Barnes). Es este Dios que le dice a Abram NO TEMAS. 

Abram tiene dos miedos: la presencia del mal y la ausencia del bien. (Barnes)

El Señor, vemos, comienza, como siempre, con lo inmediato y lo tangible; consolarlo con sus palabras, enfatizando su cuidado y protección; y luego propone un principio que alcanza lo eterno y lo espiritual; “y tu galardón será sobremanera grande”  (Comentario Albert Barnes)

La expresión, no temas, suena como si Dios calmara a su afligido y ansioso siervo con cierto consuelo; Es probable que necesitara tal confirmación, porque percibió que muchos irrumpieron malignamente contra su victoria, y que su vejez estaría expuesta a graves molestias. (Calvino) 

Con el “no temas, yo soy tu escudo”, Dios libera al corazón de Abram del miedo.  Dios exhorta a Abram a tener una mente tranquila. Abram está protegido por el mismo Dios. 

Dios nos consuela con su persona y con sus promesas. La promesa de Dios está garantizada por su persona. 

Las promesas de Dios están garantizadas en la persona de Dios. 

“No es que los fieles puedan estar completamente libres de miedo y cuidado, siempre que sean sacudidos por las tempestades de las disputas y las miserias; sino porque la tormenta se calla en su propio pecho; y mientras que la defensa de Dios es mayor que todos los peligros, la fe triunfa sobre el miedo” - Calvino.


Génesis 15.2 

Podemos observar que Abram reconoce el señorío de Dios en su vida, lo llama Adonai, Señor Dios. Abram entiende su posición de siervo y el lugar de Dios como Señor. Sin embargo, hace su reclamo, su pregunta ¿Qué me darás?

Abram reconoce a Yahweh como Juez Supremo y Gobernador, y por lo tanto, Adonay tiene derecho a disponer de todos los asuntos relacionados con su bienestar presente o futuro. Comentario Barnes 

Adonay - Salmos (68.17; 86.3) - Isaías (29.13; 40.10) 

Abram parece comportarse con poca modestia. ¿Qué era más deseable que ser recibido bajo la protección de Dios y ser feliz en el disfrute de Él? - Calvino

Sin embargo, la libertad que tomó admite una excusa; primero, porque el Señor nos permite verter en su seno aquellas preocupaciones por las cuales somos atormentados, y esos problemas con los cuales somos oprimidos. En segundo lugar, al ver que el efecto de todas las promesas dependía de su simiente, no requiere, incorrectamente, que se le de una promesa tan necesaria.  Porque si la bendición y la salvación del mundo no se esperaran sino a través de su simiente; cuando ese punto principal parece fallarle, no es de extrañar que otras cosas parezcan desaparecer de su vista, o al menos no apaciguaron su mente ni satisfarán sus deseos. Y esta es la razón por la cual Dios no solo considera con agrado la queja de su siervo, sino que inmediatamente da una respuesta propicia a su oración. (Comentario Calvino)

Reconociendo a Dios como Adonay, Abram pregunta ¿Qué me darás? Abram no es un entusiasta ni un fanático. Se fija en las bendiciones sustantivas que el Señor había mencionado expresamente. (Comentario Barnes)

"Ahora", dice, "estoy cerca de la meta; y cuando termine mi vida, moriré sin hijos ". Añade, en aras de agravar la indignidad," que un extranjero sería su heredero... la herencia recaía en un extranjero que ocuparía el lugar vacío y desierto.

¿Por qué le preocupa que su herencia quede en manos extranjeras? ¿Por vergüenza? ¿Por qué Abram se preocupaba? 

Así, a menudo sucede que mientras un hombre recibe mucho de lo que generalmente se valora en el mundo, lo único que él mismo valora más está fuera de su alcance. Tiene su esperanza fijada de manera inamovible en algo que él siente que completará su vida y lo hará un hombre completamente feliz; hay una cosa que, por encima de todo, sería una bendición correcta y útil para él  (Comentario Nicoll) 

Este tipo de deseo nace del corazón del hombre, pero el anhelo de Abram se siente diferente. 

Si suponemos que Abram no buscó más allá de la comodidad exterior, esta queja sería la culpable. Pero si suponemos que Abram aquí hizo referencia a la Semilla prometida, su deseo fue muy loable. Hasta que tengamos evidencia de nuestro interés en Cristo, no debemos descansar satisfechos; ¿Qué me servirá todo si me quedo sin Cristo? Si continuamos instantáneamente en oración, pero oramos con humilde sumisión a la voluntad Divina, no buscaremos en vano. Dios le dio a Abram una promesa expresa de un hijo. Los cristianos pueden creer en Dios con respecto a las preocupaciones comunes de esta vida; pero la fe por la cual están justificados siempre respeta a la persona y la obra de Cristo. - Comentario M. Henry

Dios le había dado una promesa expresa de un hijo. Abram “reclama” una promesa expresa de Dios. Este reclamo no se basa en alguna especie de derecho que tenía Abram de engendrar hijos, ni en una expectativa irreal, sino en la promesa de Dios.

Quizás luego de una batalla, en dónde podría haber peligrado su vida, Abram reflexiona, se pone a pensar y recuerda que la promesa de Dios aún no se ha cumplido, entonces pregunta a Dios. Abram va a Dios, lleva tus preguntas a su Señor, quizás “sus reclamos” ante su presencia. (Ref. Oración de Ana por un hijo)

¿Por qué me preocupo cuando mis oraciones no son respondidas? ¿Por qué me siento humillada, avergonzada? Dios nos ha dado promesas expresas basadas en su persona, debemos llevar nuestras inquietudes a Dios cuando creemos que sus promesas no se cumplen.  

Dios ciertamente le había dado una promesa a Abram sin que él se la hubiera pedido. (Gen 13.16). Dios nos hace promesas por tu pura bondad, amor y gracia. Debemos esperar en su gracia para que las promesas sean cumplidas y sin lugar a duda darán la Gloria a Dios. 

Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios” - 2 Corintios 1:20

La promesa para Abram era un hijo, una descendencia. Nuestra promesa es Cristo. 

Romanos 8:19-23

Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.

Con su pregunta Abram parecía afligido, con temor a que la promesa no se cumpla, a quedar sin descendencia. ¿Por qué le afectaba a Abram no tener descendencia? ¿Solo se preocupaba por su heredad? 

Los planes de Dios no han sido cambiados, el plan sigue siendo el mismo. Dios daría una descendencia a Abram, el plan no había cambiado, simplemente aún no era el momento. 

¿Buscamos deleitarnos en las promesas de Dios o en el mismo Dios?

Lentamente también pasamos de deleitarnos en los dones de Dios a deleitarnos en Él mismo - Comentario Nicoll 

La tentación puede ser grande.

 ¿No sería mejor tomar lo que pudiera obtener, disfrutar de lo que se puso justamente a su alcance, en lugar de esperar lo que parecía tan incierto como el regalo de Dios? - Comentario Nicoll 

Si Dios sabía que pasarían años hasta que se cumpliera su promesa. ¿Por qué Dios le mostró su plan a Abram? ¿por qué le prometió una descendencia si faltaba tanto tiempo?

La espera en el creyente genera mayor dependencia de Dios, humildad, nos lleva a ver a Dios como nuestro Señor (Adonay), como el dador. Si todas las cosas se nos fueran otorgadas de forma instantánea nuestro corazón se engañaría y pensaría que son resultado de nuestras acciones, buenos actos, y no del obrar de Dios. 

Dios tiene mucho que ver con nosotros antes de que podamos heredar completamente la promesa - Comentario Nicoll

Génesis 15.4

Este no será tu heredero. Por lo tanto, inferimos que Dios había aprobado el deseo de Abram. De ahí también sigue el otro punto, que Abram no había sido impulsado por ningún afecto carnal a ofrecer esta oración, sino por un deseo piadoso y santo de disfrutar la bendición prometida a él. Porque Dios no solo le promete una semilla, sino un gran pueblo - Calvino

Dios le responde, le confirma la promesa. Dios le hace ver su creación, las estrellas. Al mirar las estrellas cambia su perspectiva. 

La vista de las estrellas no era superflua; pero Dios tenía la intención de golpear la mente de Abram con este pensamiento - Calvino

Y cuando él habrá mirado al cielo, cuando levantó su mirada, Abram creyó. 

Génesis 15.6 . Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia. 

Luego de escuchar a Dios, creyó. La palabra de Dios trae la Fe. La Fe es por el oir , y el oír por la Palabra de Dios. ( Rom 10.17) 

Sin embargo, respecto a la promesa de Dios, Abraham no titubeó con incredulidad, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios - Romanos 4:20

Poner nuestra Fe en Dios nos fortalece, nos levanta, renueva el espíritu, nos dan nuevas energías, ganas, cambia nuestra actitud, nos da nuevos propósitos, nos permite vislumbrar algo más.

En primer lugar, se elogia la fe de Abram, porque abrazó la promesa de Dios; se recomienda, en segundo lugar, porque, por lo tanto, Abram obtuvo justicia ante los ojos de Dios, y eso por imputación - Calvino

Abram no solo tuvo Fe en que tendría un hijo sino que de su descendencia saldría la bendición para todo el mundo, de su descendencia, vendría el Mesías. 

Parece ser absurdo que Abram esté justificado creyendo que su simiente sería tan numerosa como las estrellas del cielo; porque esto no podría ser más que una fe particular, que de ninguna manera sería suficiente para la completa justicia del hombre. Además, ¿de qué podría servir una promesa terrenal y temporal para la salvación eterna? Respondo, primero, que la creencia de la que habla Moisés no debe restringirse a una sola cláusula de la promesa a la que se hace referencia aquí, sino que abarca el todo; segundo, que Abram no formó su estimación de la semilla prometida solo de este oráculo, sino también de otros, donde se agrega una bendición especial. De donde inferimos que él no esperaba alguna semilla común o indefinida, sino aquello en lo que el mundo debía ser bendecido. - Calvino 

Esta es la proyección de la Fe que completa Pablo en Romanos 4.3

No decimos que Abram fue justificado porque se aferró a una sola palabra, respetando a la descendencia que nacería, sino porque abrazó a Dios como su Padre. Y verdaderamente la fe no nos justifica por ninguna otra razón, sino que nos reconcilia con Dios; y que lo hace, no por mérito propio; pero debido a que recibimos la gracia que se nos ofrece en las promesas, y no tenemos dudas de la vida eterna, estamos completamente convencidos de que Dios nos ama como hijos - Calvino

Fue en este momento cuando Abram realmente creyó a Dios. Colocó su Fe en Dios. Ya no habría más duda. Ya rindió su voluntad completa a Dios. Semejante a la revelación de Job, “De oídas te había oído;. Mas ahora mis ojos te ven.” - Job 42.5 - 

¿Has tenido una revelación, un momento en que recuerdes haberte entregado por completo a Cristo? Siempre es bueno regresar a ese momento en nuestra mente, para recordar, revivirlo y contemplar todas las maravillas que ha hecho Dios desde aquel momento. 

Una Fe plena en Dios nos lleva a vivir vidas consagradas.

Y ABRAHAM CREYÓ A DIOS Y LE FUE CONTADO POR JUSTICIA, y fue llamado amigo de Dios. - Santiago 2:23

Abram fue amigo de Dios porque confiaba en Dios. No solo es escuchar el consejo de Dios sino es ponerlo en práctica, tomar cada uno de los principios de su Palabra y buscar la manera de aplicarlo a nuestro andar diario. - 2 Corintios 10.5 - Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo

Abram estaba justificado porque, confiando en la bondad paternal de Dios, confiaba en su mera bondad, y no en sí mismo, ni en sus propios méritos - Calvino

¿Habrá sido consciente Abram de semejante promesa? ¿Habrá sido realmente consciente que de su descendencia vendría el Mesías? Dios no volvería a destruir al mundo por su maldad sino que enviaría un Salvador.  

Hallaste fiel su corazón delante de ti, e hiciste con él un pacto para dar le la tierra del cananeo, del hitita, del amorreo, del ferezeo, del jebuseo y del gergeseo, para darla a su descendencia. Y has cumplido tu palabra, porque eres justo - Nehemías 9:8

Si bien tiempo pasó, la promesa de Dios se cumplió por su gracia. 


Fuentes: 
Comentario Biblico de Albert Barnes
Comentario bíblico del expositor (Nicoll)
Comentario Biblico de Juan Calvino
Comentario Biblico de Matthew Henry
Dicciónario VINE