Sobre Nadab y Abiu ( Lev 10.1-3)
"El punto crucial de su pecado fue acercarse a Dios de una manera descuidada, contumaz e inapropiada, sin el respeto que él se merecía. Ellos no lo trataban como santo ni exaltaron su nombre delante de la gente. La respuesta del Señor fue rápida y mortal. El «fuego extraño» de Nadab y Abiú encendió las llamas inextinguibles del juicio divino contra ellos, y fueron incinerados en el acto."
"Aquellos que adoran a Dios deben hacerlo de la forma que él lo requiere, tratándolo como Santo."
Deshonrar al Espiritu Santo significa deshonrar al mismo Dios. La afrenta al ES es motivo de juicio severo. (Hebreo 10:31, Ananías y Safíra Hechos 5:12, Simón el mago Hechos 8:20, Exodo 20)
Sobre el movimiento carismático, pentecostál
"La ironía increíble es que los que hablan más sobre el Espíritu Santo por lo general niegan su verdadera obra. Ellos le atribuyen todo tipo de estupidez humana a Dios, ignorando el verdadero propósito y el poder de su ministerio: liberar a los pecadores de la muerte, dándoles vida eterna, regenerando corazones, sus transformando su naturaleza, proporcionándoles el poder para alcanzar la victoria espiritual, confirmando su lugar en la familia de Dios, intercediendo por ellos de acuerdo con la voluntad divina, sellándolos de forma segura para la gloria eterna y prometiéndoles la inmortalidad en el futuro."
Sobre el verdadero ministerio del Espíritu Santo.
"No es caótico, llamativo ni extravagante (como un circo). Por lo general, tiene lugar de manera oculta y discreta (la forma en que el fruto se desarrolla). Nunca podremos recordar demasiado que el papel principal del Espíritu Santo es exaltar a Cristo, sobre todo para lograr que Cristo sea alabado por su pueblo. El Espíritu hace esto de una manera personal y única, en primer lugar al reprobarnos y condenarnos, mostrándonos nuestro propio pecado, abriendo nuestros ojos a lo que es la verdadera justicia y haciéndonos sentir profundamente nuestra responsabilidad ante Dios, el Juez justo de todos (Juan 16.8-11). El Espíritu Santo habita en los creyentes, dándonos poder para servir y glorificar a Cristo (Romanos 8.9). Él nos guía y nos da la seguridad de nuestra salvación (vv. 14-16). Ora por nosotros con gemidos demasiado profundos para ser expresados palabras con (v. 26). Nos sella, nos mantiene seguros en Cristo (Efesios 4.30; 2 Corintios 1.22). La presencia diaria del Espíritu es la fuente y el secreto de nuestra santificación hasta que nos conforme a la imagen de Cristo.
Esto es lo que el Espíritu Santo está haciendo realmente en la iglesia, incluso ahora. No hay nada confuso, extraño o irracional con respecto a ser lleno del Santo o guiado por él. producir no es Su obra un espectáculo ni fomentar Espiritu realidad, cuando vea esas cosas, usted puede estar seguro de que no se data de la obra del Espíritu, pues Dios no es Dios de confusión, sino de paza ( Corintios 14.33, 40). Lo que es del Espíritu de Dios produce fruto: «amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley (Gálatas 5.22-23). "
A partir de 1Juan 4:1-8, Jonathan Edwards consideró 5 preguntar para saber si un movimiento/avivamiento es una verdadera obra del Espiritu Santo
1 - ¿Exalta al verdadero Cristo?
2 - ¿Se opone a lo mundano?
3 - ¿Lleva las personas a las Escrituras?
4 - ¿Exalta la verdad?
5 - ¿Produce amor a Dios y a los demás?
"Una verdadera obra del ES produce un amor a Dios que se expresa en la adoración y la alabanza de una mente sobria"
"La adoración es una expresión de amor a Dios, y por lo tanto, debido a su propia naturaleza involucra las pasiones del alma."
"En un culto auténtico, los pensamientos y los sentimientos van juntos, en conjunto con todas nuestras facultades humanas, centrándose en Dios en la adoración pura" (Mateo 22:37)
Sobre verdaderos cristianos en movimiento carismático,
"El resultado es que están jugando con fuego extraño. Al exponerse continuamente a la falsa enseñanza y la falsa espiritualidad del movimiento carismático, se han colocado así mismos ( y a cualquier persona bajo su cuidado espiritual) en peligro eterno. Para los verdaderos creyentes, el movimiento carismático representa una enorme piedra de tropiezo en lo que concierne al verdadero crecimiento espiritual, el ministerio y el hecho de ser útiles. Sus enseñanzas erróneas sobre el Espiritu Santo y las Escrituras inspiradas por el Espiritu perpetúan la inmadurez, la debilidad espiritual y una interminable lucha con el pecado."
"Los creyentes deben permanecer lejos del fuego extraño de la adoración y las práctica carismática inaceptables."
Sobre la revelación extrabíblica...
"La obsesión del evangelicanismo moderno con la revelación extrabíblica resulta peligroso. Se trata d de un retorno a la superstición medieval y una desviación de nuestra convicción fundamental de que la Biblia es nuestra única, suprema y suficiente autoridad para toda la vida. Representa el abandono masivo al principio reformador de la Sola Scriptura"
Confesión de Fe de Westimenster
"Todo designio de Dios sobre todas las cosas necesarias para su propia glora, la salvación del hombre, la fe y la vida, están expresamente expuestas en las Escrituras, o por buenas y necesaria consecuencia puede deducirse de la Escritura: a la que nada en ningún momento ha de añadirse, ni por nuevas reveleaciones del Espiritu o de las tradiciones de los hombres"
El cannon está cerrado. Ninguna nueva revelación es necesaria porque la Escritura es completa y absolutamente suficiente.
¿Quiere decir esto que Dios ha dejado de hablar? Por supuesto que no, pero hoy habla a través de su Palabra toda suficiente. ¿Motiva el ES nuestro corazón y nos impresiona con tareas o llamados específicos? Sin duda, pero obra a través de la Palabra de Dios para hacer eso. Estas experiencias no involucran una "nueva revelación" sino a la iluminación, miestras el ES aplica la Palabra a los corazones y abre nuestros ojos espirituales a su verdad. Debemos evitar con todo cuidado que nuestras experiencias y nuestros propios pensamientos o imaginaciones subjetivas eclipsen la autoridad y la certeza de la palabra más segura.
Nuestro punto de vista de Dios es la realidad fundamental en nuestra manera de pensar y abarca todo lo que creemos acerca del Espíritu Santo. Pensar justamente sobre él y su obra resulta esencial para la adoración, la doctrina y la correcta aplicación de la teología en la conducta diaria.
Sobre el ES...
Gran parte del problema, al parecer, es que la iglesia moderna ha perdido de vista la majestad divina del Espíritu Santo.
Él es el omnipotente, eterno, santo y glorioso Espíritu de Dios vivo. Su poder es infinito, su presencia ineludible y su pureza un fuego consumidor.
El ES es el poder de Dios en una persona divina que actúa desde la creación hasta la consumación, y en todo el periodo intermedio. Él es completamente Dios, poseyendo todos los atributos divinos de la plenitud que le pertenece a Dios. En ningún sentido es un Dios empequeñecido. El Espíritu Santo participa plenamente en todas las obras de Dios. Es santo y poderoso como el Padre y bondadoso y amoroso como el Hijo. Es la perfección divina de su plenitud. Por tanto, es digno de nuestra adoración de una forma tan completa como el Padre y el Hijo.
Juan 16.7
¿Cómo podría haber algo mejor que tener al encarnado Hijo de Dios físicamente presente en medio de nosotros?
Para aquellos a quienes el ES atrae al Salvador, su obra de convicción es categórica, ya no espolea sus conciencias y penetra hasta lo más íntimo. Por lo tanto, para los elegidos, esta obra de convicción es el principio de la Salvación de Dios, el llamamiento eficaz.
En verdad, la vida cristiana en toda su plenitud es una vida que desea ser vivida en el poder del Espíritu Santo. Él debe ser la influencia dominante en nuestros corazones y vidas. Solo él nos capacita para vivir victoriosamente sobre el pecado, satisfacer las justas demandas de la ley y agradar a nuestro Padre celestial. Es el Espíritu Santo el que nos lleva a una mayor intimidad con Dios. Él ilumina las Escrituras, glorifica a Cristo en nosotros y para nosotros, nos guía a la voluntad de Dios, nos fortalece y también nos ministra por medio de otros creyentes. El Espíritu intercede por nosotros constantemente y sin cesar delante del Padre, de acuerdo siempre con la perfecta voluntad de Dios. Y hace todo esto para conformarnos a la imagen de nuestro Señor y Salvador, lo que garantiza que un día seremos totalmente perfeccionados cuando veamos a Cristo cara a cara.
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