sábado, 22 de junio de 2024

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lunes, 10 de junio de 2024

No hay otro - John MacArthur - Fragmentos



Cap 1: El Día de la Biblia es un Dios de gracia.

MacArthur no se conforma en conocer acerca de Dios sino que quiere conocer a Dios. 

Cuando se trata de conocer la naturaleza de Dios, uno de los mejores lugares para empezar es su Gracia. La gracia es su esencia. Él manifiesta su gracia y será exaltado por ella por siempre. 

Su gracia no se derrama simplemente en el momento de la salvación sino que es evidente a los largo del plan eterno de redención. 

La doctrina de la elección es esencial para entender al persona de Dios, su plan de redención y su designio para la iglesia. Esta doctrina tiene implicaciones en la evangelización y en el ministerio cristiano. Los cristianos que no creen que Dios atraiga sobrenaturalmente a su elegidos a Cristo están obligado a adoptar un enfoque muy pragmático en cuanto a la evangelización. La doctrina de la elección no significa abandonar los esfuerzo evangelizadores sino que debe estimularnos a evangelizar. Nosotros no tenemos acceso al discernimiento de la obra electiva.

Una visión correcta de la gracia de Dios influye en nuestra manera de relacionarnos con otros creyentes y de evangelizar a lo perdidos. 

La objeción típica a la doctrina de la elección es que hace parecer a Dios injusto. Dios es más sabio y más justo que nosotros, y no se puede medir con medidas humanas. 

Dios no está obligado a mostrar misericordia, lo hace por gracia.

Dios es quien define la justicia. El hace lo que quiere en infinita y perfecta justicia. Todo lo que él hace es Justo porque refleja su naturaleza. 

La salvación no depende del libre albedrío humano sino a su soberana voluntad. 

La gracia de Dios está sujeta a nada más que al consejo de su propia voluntad, a la decisión soberana de Dios. Ap 19.6; Dan 4:35; Rom 9:21-23

Dios cumple sus designios perfectos con paciencia y bondad, nunca con malicia ni con mala voluntad. 

Dios es el único que decide y determina sobre el destino humano. 

Como toda otra doctrina, la elección se debe recibir con fe sencilla, solemne y sosegada porque ha sido revelada por Dios. 

La presciencia no debe confundirse con la previsión. 1 Pedro 1:20 no dice que Dios miró desde antes, solo como un observador pasivo, sino que está describiendo el plan de salvación que ordenó de manera soberana desde antes de la función del mundo. 

Al entender la justicia de Dios como un elemento representativo de su caracter y no sujeto a la opiniones del ser humano, entendemos que todo lo que hace no solo es justo sino también perfecto. El Creador no le debe nada a la criatura, Dios hace exactamente lo que elige hacer. 

Dios hace lo que quiere hacer. Todo lo que hace es verdadero y justo porque él es quien lo hace. Nunca haría algo que no fuera de acuerdo a su carácter santo, por tanto, Dios mismo en la medida de lo santo y lo justo. 

La elección de su pueblo para salvación no puede separarse de todo lo demás que Dios ha elegido hacer. 

En el acto de la creación, Dios creo exactamente lo que quiso crear y de la manera exacta en que quiso hacerlo, y permitió que en la historia humana ocurrieran la cosa necesarias para que Él pudiera cumplir el plan de redención que ya había diseñado. 

Escogió una nación, Israel, no porque fuera mejor ni más deseable sino por el simple hecho de que él la elegió. Deut 7:6-8; Ef 1:11; salmo 105:43; Deut 7:6; 14:2. 

Dios no ha renunciado a su soberania para entregarla en mano de algo tan vacilante y arbitrario como el libre albedrío humano. Juan 15:16, Ef 2:10, Hec 13:48; Rom 9:20-21.

2 Tes 2:13 - Desde el principio de los tiempos de Dios, nos ha elegido para salvación. Mateo 16:18 - La muerte es la principal arma de Satanás, Jesus venció la muerte. 

Yo edificaré mi iglesia - Es una promesa directa. El Señor inmutable, Soberano, Fiel, cuya palabra no vuelve vacía, que siempre cumple su propósito, cuyos planes siempre se realizan, cuya voluntad siempre se cumple, cuyo plan es invencible, ha dicho que edificará su iglesia. Asi que, nada, ni nadie podrá impedirlo. 

Tito 1 - La dimensiones del evangelio: 

Con la justificación, los pecadores pueden estar en la presencia de Dios siendo salvos del castigo.

Con la santificación, los pecadores pueden avanzar hacia la piedad siendo salvos del poder del pecado.

Con la glorificación, los pecadores tienen esperanza de vida eterna, una inmensa fuente de aliento en las dificultades de la vida, seremos salvos de la presencial del pecado. 

La plenitud de la salvación pasada, presente y futura. 

La salvación es una promesa desde antes del comienzo del tiempo. Tito 1:2. Es la promesa del Padre al hijo, una promesa intra trinitaria. 

El Padre deseo expresar su amor perfecto a su hijo y su forma de hacerlo fue darle la humanidad redimida cuyo propósito seria alabar y glorificar la hijo y servirle plenamente por toda la eternidad. 

La salvación existe primordialmente para honrar al hijo, no al pecador. 

Juan 6:37-44. Cada individuo redimido es parte del regalo de amor de Padre al hijo. Nuestra salvación está segura porque somos un regalo del Padre al Hijo. El amor infinito e inescrutable nos guarda seguros en gratitud amorosa por siempre (la perseverancia de los santos) 

Juan 6:39 - yo no pierda nada de todo lo que me ha dado - Jesús debe cuidar lo que él Padre le entregó. Jesus vino a hacer la voluntad del Padre. Jesus guarda a los que son suyos. Juan 18:8; 1 Cor 10:13; Rom 8.34; Hechos 7:25. La perseverancia de los santos está asegurada por el cuidado personal y atento del Salvador., el sumo Sacerdote.

Juan 17 - Jesus no oró por si mismo sino por los suyos. Juan 17:11 - Guardalos en tu nombre. Jesús pide al Padre que los guarde durante su crucifixión. 

El ultimo fin de la elección es la glorificación eterna del hijo. Rom 8:29

Fuimos predestinados para ser hechos conforme a la imagen del hijo de Dios. 

Rom 8:19 - Cristo se convierte en el principal entre muchos que serán como él. 

1 Corintios 15:24-28 - Cuando el regalo de amor de la humanidad sea redimida, sea dada a Cristo, Jesús la tomará y se la dará al Padre, como expresión recíproca de su amor infinito. Luego, tomará su lugar a la diestra del Padre para que Dios sea el todo en todos. 

Juan 6:38 - Jesus vino hacer la voluntad del Padre. La voluntad del Padre era su propia muerte. 2 Cor 8:9 - Jesus se hizo pobre, renunció a sus prerrogativas divinas. Fil 2:6-8; 2Cor 5:21.

La culpa del pecado le fue imputada en la cruz. Él no tenia pecado. La culpa le fue cobrada a su cuenta. Dios trato a Jesús como si hubiera cometido el pecado de todas las personas que creyeran en él, fue tratado así a pesar de que nunca cometió ningún pecado. 

Jesús no se convirtió en pecado, pero si llevo todo el castigo del pecado como si lo fuera. Esta es la sustitución, la mayor expresión de gracia de Dios para con nosotros. 

Cap 2: El Dios de la biblia es Soberano. 

Sal 115:3; Salmo 135:6; Ef 1:11; 1 Cor 8:6; Rom 11:36; 

Dios ejercita su plena soberanía sin hacer uso de la fuerza o la coerción en alguna mantera que pudiera llegar a anular la voluntad humana. 

Tenemos completa libertad de elegir según nuestra naturaleza y nuestras preferencias, pero ahí está el problema: no tenemos suficiente fuerza de voluntad para cambiar nuestra naturaleza (Jer 13:23), nuestra naturaleza y nuestras preferencias garantizan que tomaremos decisiones pecaminosa. Nuestro Dios soberano nunca no obliga a tomar las malas decisiones que tomamos, de modo que, su soberanía no anula la responsabilidad personal de nuestras decisiones pecaminosas. 

La soberanía de Dios y la voluntad humana no son excluyentes. 

Aunque el mal estaba incluido en el designio para el universo, Dios usa el pecado de sus criaturas para sus propósitos que siempre son buenos. Dios es capaz de usar todas las cosas para bien. Rom 8:28.

Isaias 10:5 - Asiria funcionó como instrumentos del Juicio de Dios en contra de el propio pueblo rebelde de Dios. Eso no los exonera de su responsabilidad. Deberán rendir cuenta por sus acciones. 

Los malhechores obran mal no porque estén obligados sino por sus propias malas intenciones. 

Isaías nunca intenta resolver o explicar la paradoja judicial. Las Escrituras no dan indicaciones  de que la ira de Dios contra Asiria no fuera justa, razonable  y apropiada: la Biblia simplemente no se ocupa de reconciliar el juicio divino con las presuposiciones humanas sobre la justicia o la equidad sino que se limita a explicar lo que Dios hizo, y hemos de entender que fue justo y bueno porque lo hizo Dios.

Hecho 2 - Aparece la tensión entre la soberanía divina y la responsabilidad humana - Cristo murió bajo la autoridad de Dios, en el tiempo de Dios y de acuerdo a su plan, pero Israel fue culpable, tanto por su participación colectiva en la muerte como por no haber creído en Él como Mesías.

Hechos 4:27 - La culpa por el asesinato de Jesús no fue solo de Israel sino que fue un acto de responsabilidad compartida por toda la humanidad pecadora, alineada y asociada en contra de Dios. Todos somos culpables. 

Isaías 53:10 - No exonera a quienes ejecutaron a Cristo, pues las intensiones eran completamente rebeldes y homicidas, fue un acto de maldad. Gen 50:20 - ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios lo encaminó para bien. 

No hay explicación inspirada que pueda dar cuenta de esta compleja relación, por lo tanto, debemos tener cuidado de no tratar de acomodar los decretos divinos a nuestro débil sentido de justicia y recordar que no nos corresponde someter a Dios a los parámetros que puedan surgir de nuestra pobre mentalidad. Él es la medida de la Justicia, nunca contradice su propia rectitud o justicia. 

Juan 3 - La analogía del nacimiento deja afuera cualquier acción de parte del que nace. Ezequiel 36:25-27. A menos que Dios sea quien soberanamente te dé un nuevo corazón, te dé su Espíritu y te lave, no puedes entrar al reino. Juan 3:6. La carne solo puede producir carne. El nuevo nacimiento depende de una obra espiritual de Dios. Volver a nacer es una prerrogativa exclusiva de Dios. "El viento sopla dónde quiere" El nuevo nacimiento ocurre solo por la obra de Dios, pero además, en última instancia, también es decisión de Dios cuándo y dónde él genera nueva vida espiritual. 

El mensaje era muy claro: no hay nada que Nicodemo (o cualquier humano) pueda hacer para ganarse el favor de Dios o para producir su propio nacimiento espiritual; todo es oba de Dios, una obra que el  ser humano no puede manipular ni manufacturar. 

La salvación es completamente una obra de Dios, pero creer es nuestro deber y a quienes no creen él los responsabiliza por su propio rechazo e incredulidad. 

Dios no realiza su obra redentora en contra de nuestra voluntad, no interviene para forzar la salvación si el corazón humano no está dispuesto a recibirla. En su plan soberano, Dios nos lleva a Cristo. Si dependiera de nosotros, nunca elegiríamos creer en Cristo, pero en la soberanía de Dios aquellos a quienes él trae creerán sin falta.

Pablo explica en Romanos 9 y 11, que Dios nunca tuvo la intensión de salvar a todos los israelistas; él siempre ha sido electivo. Pablo explica que la bendición no se extendió por igual a toda la descendencia de Abraham: vino por medio de Isaac y luego por Jabón. 

 Romanos 9:14-24 - Es la elección de Dios, no hay mérito ni esfuerzo humano. 

¿Cómo es posible  que Dios halle culpa en nosotros si es él quien toma la decisión? 

Romanos 9 es quizas la declaración más fuerte de la soberanía divina.

Romano 9:30 - Quienes no iban tras la justicia, alcanzaron la justicia. Ellos ni siquiera la estaban buscando, pero la recibieron por fe en Cristo, vemos la yuxtaposción entre fe y obras. 

Rom 10:3; 1 Sam 15:22; Sal 5:16-17; Rom 10.5; Gal 3:10-11.

La obra de salvación tiene 3 principios: soberanía divina, responsabilidad humana y deber evangélico. 

 

Cap 4: El Dios de la Biblia es Bueno y Poderoso

La teodicea es una defensa de la justicia de Dios a la luz de la realidad de la existencia del mal en el universo que él creo. 

La única manera de entender el problema del mal es conociendo al Dios de la Biblia. 

Según las Escrituras, el mal no es una realidad eterna, pues no existía en absoluto hasta que las criaturas de Dios se rebelaron contra su Creador. Además, al final, el mal será derrotado y eliminado, de modo que la eternidad futura estará totalmente libre de maldad.

El mal existe. Es un hecho incontrovertible. Esta el mal natural, el mal moral y el mal sobrenatural. Sabemos que Dios existe, es soberano y controla absolutamente todo. 1 Cronicas 29:11-12; Salmo 115:3; Dan 4:35; Deu 32:39; Exo 4:11; Lam 3:317-38; Sal 33:9-11; Salmo 103:19; Isa 14:27; 1 Sam 2:6-8; 

Dios es soberano sobre todo lo que existe, incluso el mal. Ap 4:11. Isaias 46:9-10: Mi plan se realizará y haré todo lo que yo quiero. 

Sabemos que Dios es completamente perfecto, sin contaminación del pecado (salmo 5:4), no es susceptible a la tentación (santiago 1:13), Él es luz y en él no hay tiniebla alguna (1 Jn 1.5)

Si consideramos que el mal existe, que Dios es soberano, y que él es completamente santo y justo, llegamos a la conclusión que Dios, en su sabiduría soberana, permite que el mal exista sin ser él mismo malo. Como autoridad suprema sobre toda la creación, Dios permite que el mal exista, pero no es una mera aceptación involuntaria. El mal fue parte del su plan y decreto eterno; Dios tiene un propósito con el mal, y es un buen propósito. 

Las Escrituras enseñan que aunque Dios no es el autor o la causa eficiente del mal, sí ejerce control sobreeste. En ningun sentido Dios aprueba el mal ni lo ratifica ni le da su favor ni su bendición ni se deleita en él, pero nada ocurre fuera de su soberanía. En el ejemplo de Job, nada ocurrió fuera de la autoridad de Dios. Lucas 22:31 Jesús le dio permiso a Sataná para que zarandee a Pedro. 2 Corintios 12:7 - El mensajero es un demonio. Dios usará un falso maestro guiado por el demonio para crear problemas en una iglesia complaciente o para humillar a algun pastor. En su control, Dios usa cualquier cosa para lograr sus propósitos. 

El problema del mal no es en absoluto un problema para Dios porque Él es totalmente soberano sobre este y ni su poder ni su gloria se ven amenazados por él. 

El propósito del mal, su Gloria. 

Rom 3.5 - Nuestra injusticia hace resaltar la Justicia de Dios. Rom 5:8. La presencia del pecado permite que se demuestre la justicia y el amor de Dios. Rom 9:22, Is 9.2.

Sin el pecado, la ira de Dios nunca se habría mostrado; sin pecadores a quien redimir, su gracia jamás se hubiera mostrado; sin maldad que castigar, la Justicia de Dios nuca se habría manifestado. Dios tiene todo el derecho de mostrarse eternamente en toda la gloria de sus atributos. 

Dios no se complace en la muerte del malvado. Eze 33:11. Dios detesta la mdalda, pero soporta el pecado con paciencia. Soportar es un verbo pasivo. Dios se mantiene distante de los actos de agentes malvados, pero permanece plenamente soberano sobre ellos.  Lo hace por causa de su Gloria. 

Dios predestinó la existencia de mal (aunque él nunca es la causa eficiente del mal) y lo hizo con el propósito de mostrar la majestad de su santidad. 

Rom 9:23, Judas 4 - Dios tolera el pecado y el mal porque al fin y al cao, le ocasionan mayor Gloria.

Cap 5: El Dios de la Biblia es Santo

El ser de Dios está totalmente separado del nuestro. Dios es ser, y nosotros somos devenir. 

La palabra santidad (kadosh en hebreo y hagios en griego)  tienen la connotación de algo distinto y separado, nada en la creación se puede comparar con Dios en su naturaleza esencial. Dios es totalmente otro con respecto a sus criaturas. Ex 5:11; 1 Sam 2:2; Salmo 111:9.

Nosotros estamos en el devenir de la santificación, es decir en el proceso de ser santos; mientras que Dios es, será y siempre ha sido santo. Hab 1.13, Job 34:10; Ap 15:4.

Gen 1.31 - Dios vio todo lo que había hecho, y he aquí era muy bueno. Eclesiastes 7:29 . Todo lo que crea, proviene de Dios es perfecto. Salmo 19.7, Rom 7:12, Gen 18:25; 2 Tim 4:8; Ap 4; Santiago 1:17. 

Dios revela su santidad en la encarnación. Juan 1:18, Hebreos 1; Lucas 1; Luc 3:21-22; Hechos 2:38; 2 Cor 5:21. La santidad de Cristo se rebelo en su concepción, bautismo y muerte. 1 Pedro 1:18-19. 

La santidad de Cristo se mantuvo en la tierra a pesar de la maldad de este mundo. Juan 8.46, Juan 14:30 - "viene el principe de este mundo y él no tiene nada en mi" 

Los teológos utiliza es incapaz de pecar en lugar de simplemente ser capaz de no pecar. 

La santidad de Cristo no es un poder sobrenatural para ejercer autocontrol sino que Cristo no podía pecar por su naturaleza divina. La santidad divina, inmutable y perfecta de Cristo hace que para él sea imposible pecar. 

Jesus como ejemplo. Aunque nunca vamos a poder vivir a la altura de su perfección santa, debemos ver al mundo y sus tentaciones como él las vió. Marcos 7:18-23; 1 Cor 5:6.

En este mundo de maldad vivimos una existencia muy frágil: debemos poner atención a nuestra vida; debemos poner nuestro cuerpo bajo sujeción; debemos guardar nuestros ojos; debemos retirar nuestros pies de ciertos lugares, debemos guardar distancia de ciertas personas, debemos vivir una vida prudente para no colocarnos en una posición de vulnerabilidad al asalto de la tentación y de destrucción por los efectos del pecado. 

Las malas companías no pudieron corromper a Jesús. 

Luca 5:27-32, Mateo 11:19. Aunque era amigo de pecadores, nunca adoptó sus vicios ni imitó su estilo de vida. sino que se mantuvo completamente santo en cada encuentro que tuvo. Él podía estar con la peor gente de la sociedad, pero eso nunca produjo una influencia corruptora de él; más bien, él tenia el efecto opuesto en los demás. 

Lucas 7:37-50 - La mujer pecadora que perfumo los pies de Jesús. En Cristo no tuvo el efecto tentador que tenia en otros hombres, lo único que provocó en él fue el perdón que le concedió. Cristo no era susceptible a las debilidades de la carne. Hebreos 7:26-28

Isaias 6 - Juan 12:36-41 - Juan dice que Isaías vió la gloria de Jesús. El mismo Dios majestuoso, llameante, refulgente, aunque quien Isaías tembló, asumió la naturaleza humana, se hizo carne débil, ocultó su gloria y se humilló a sí mismo al tomar la condición humana. 

Cap 5: El Dios de la Bibla es amoroso. 

Nunca vamos a conocer a Dios si no intentamos ir más allá del sentimentalismo falso de este mundo y aceptar la profunda complejidad de su amor. 

1- Dios se ama así mismo. Amor intratrinitario

El amor de Cristo está conectado con la obediencia. 1 Jn 4:8; Juan 14.31; Juan 15:9-11; Juan 17:23-26; Juan 5:19, 21-27. 

La magninimidad del amor de Dios al Hijo es que todo el conocimiento del Padre, todo su poder, todos sus secretos, todos sus privilegios y todo su honor han sido dados al Hijo. El Padre no retiene nada y el Hijo, en amor recíproco y perfecto, dicen que todo lo que tiene es solo lo que el Padre le ha dado y de esa manera celebra la expresión de amor perfecto en generosidad consumada que no retiene nada. 

Juan 6:37 - El Padre ama a los pecadores para, por medio de ese amor, poder expresar su amor por el Hijo. Somos el regalo de amor del Padre como la esposa elegida para el Hijo. 

2 - El amor por el mundo. Es ilimitado, sin distinción, por toda la humanidad. Es la gracia común. 

Tito 3:4, Mateo 5:44-45, Gen 2:17, Gen 5:5 - La vida misma es una expresión de la gracia común de Dios. Hechos 14:17. 

Dios ama a la humanidad mediante la compasión por medio del dolor y la pena universal por las almas perdidas. Ezequiel 18:32; Jer 13:15-17; Jer 48:30-47; Jon 4:11. 

Jesus reflejó el amor compasivo de Dios por toda la gente. Mateo 23:37, Lucas 19:41; Juan 11:35. 

El amor compasivo de Dios no está motivado por el valor presente de alguien, sino por su valor perdido que ha sido entregado al pecado. 

3 - Dios derrama su amor incondicional sobre la humanidad mediante la advertencia. Lucas 13:1-5; 1 Tim 4:10 - Dios no paga al pecador su merecido con un castigo inmediato. 

Salmo 145:9; Rom 2:4 - La Biblia está llena de advertencias bien intencionadas, urgentes e intensas acerca de la ira que vendrá, cada una de las cuales es una expresión de amor benevolente de Dios por sus criaturas. 

4 - Dios muestra su amor con su invitación libre del evangelio. Mateo 28:19. El camino de salvación se ha dado a conocer a toda la gente por todas partes a través de lo siglos. Rom 1:19 - Dios se ha revelado intencionalmente. Rom 2:15.

Juan 6:40 - Nuestra labor es proclamar el evangelio a todos los pecadores sin hacer distinción.  Salmo 34:8; Isa 65:1-2; Mateo 22:1-5, 9 y 10 y Lucas 14:16-24, Juan 5:39-40; Juan 3:16 y 19; Juan 8:24.

El amor de Dios no tiene límites en su extesión, pero sí en su intensidad. Dios ama y salva, de manera temporal, a todos los humanos, pero de manera única y especial salva a los creyentes para la eternidad. Este amor no se basa en ninguna otra cosa más que en su determinación soberana al habernos elegido como la esposa eterna de Cristo. 

Juan 13 - Es un ejemplo del precioso amor de Dios por los suyos. El amor de Cristo por sus discípulo se extiende más allá de la gracia común y la misericordia; es un amor perfecto, eterno y salvífico. 

los amó hasta el fin - hasta el máximo absoluto - con la plenitud extrema de sus capacidades - no podía haberlos amado más. 

El verdadero amor se demuestra en la obediciencia - Juan 14:15 y 23 - Los discipulos fallaron y no demostraron amor obediente por su Señor, pero Jesús siguió amandolos a pesar de su falta de lealtad. 

Juan 15:13 - El amor de Dios por sus hijos es eterno e insondablemente profundo, es un amor que desea proteger y preservar a su pueblo y, al final, disfrutar juntos de la comunión eterna. Juan 14:1-4. 

En su inmenso amor por los suyos, marchó voluntariamente hacia su horrible muerte. Rom 8:38-39; Ezequiel 16:1-22. A pesar de su malvada rebelión, Dios se acordó de su Pacto. Isaias 16:60

La Biblia exalta la gloria del amor del Pacto de Dios. Jer 31:3. Efe 2, Efe 5; Lucas 15. 

Dios no elegió amar a todos por igual con su amor de pacto salvador porque su amor es guiado y controlado por su gloria. Rom 9:22-24. 

Cap 6: El Dios de la Biblia es un Dios que salva.

Juan 3:16 - No afirma nada específico sobre la extensión de la expiación; es una afirmación de la magnitud del amor de Dios. 

I Juan 3:1 - ¡Cuán grande! Juan señala la maravilla inexpresable del amor salvador de Dios. 

Rom 5:6-8; 1 Pedro 1:12; Heb 2:16; 2 Pedro 2:4; Rom 8:32 - ¿Por qué tanto amor? ¿Por qué Dios nos ama y por qué pago un precio alto para demostrarnos su amor? 

Solo le que es para su Gloria y no porque le parezco merecedor de su amor. Las razones de su amor se han de encontrar sólo en Dios y no en aquellos a quienes él ama.

La voluntad de salvar es intrínseca a la esencia de Dios - I Juan 4:8 y 16; I Timoteo.

Si estudiamos las religiones del antiguo Medio Oriente, nos vamos a encontrar dioses que salvan. Prácticamente todos los sistemas religiosos hechos por el ser humano tienen alguna forma en al que el practicante puede salvarse por sus propios esfuerzos o, al menos, mejorar su condición; pero no encontramos un dios hecho por el ser humano que sea por naturaleza un Salvador, un rescatador. 

Todos los dioses del mundo se encuentran ubicados entre los extremos de apatía a hostilidad, y ni uno es salvador como Yavé. A diferencia de todos ellos, el Señor es compasivo, misericordioso, de corazón tierno, lleno de bondad y dispuesto a salvar al ser humano. Salmo 145:8-9; Salmo 100:5; Salmo 136; Mal 3:6; Num 23:19. 

Lam 3:22-23 - La impasibilidad divina - Dios no es como nosotros. Salmo 50:21. Dios es tan deliberado y fiel en su misericordia como perfecto e incorruptible en su santidad. 

La inmutabilidad de sus afectos. Su amor por nosotros es infinito e inquebrantable. Salmo 103:11. Su misericordia constante es un ancla segura y confiable, tanto en los momentos en que pecamos como también cuando sufrimos injustamente. La Biblia lejos de describir a Dios como alguien antipático e indiferente a nuestro sufrimiento, la Biblia subraya su compasión profunda y devota prácticamente cada vez que menciona la inmutabilidad de Dios.

Hebreo 4:15 - En Cristo podemos ver incontables expresiones de compasión divina. Hebreos 2:17-18; 4:15.

Nuestro Dios es un Dios que salva y la misericordia es lo que define su carácter. Si vamos a ser imitadores de Dios como hijos amados (Ef 5:1), el creyente debe mostrar misericordía. Lucas 14:12-14.


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