miércoles, 19 de octubre de 2011

Dios usará a los piadosos y maduros en Cristo.


Tito 1:5-9 – 

Pablo envió a Tito con una misión: corregir lo deficiente y establecer ancianos.  No era una misión sencilla, ni liviana. 

  • Tito era un hombre maduro ya había estado en Corinto donde ayudó al crecimiento de la iglesia. (2Corintios 7.5-15) Tito tuvo éxito en su ministerio de Corinto. Ayudó a corregir las faltas de los corintios. 
  • Tito tenía motivos puros (2Corintios12:18). 
  • Tenía compasión e interés por los demás. (2Corintios 8:16) 
  • Tito era un hombre solicito (2Corintios 8:17) No rehuía las oportunidades de servir al Señor por más difíciles que fueran. 
  • Tito defendió lo bueno. No aceptó las críticas a Pablo. Tenía sus propias convicciones. No era un hombre débil, fácil de influenciar sino que era un hombre de convicciones. Los problemas en Creta eran más severos que los problemas en Corinto.  


La preocupación por los cretenses.
Pablo los veía como ovejas sin pastor y rodeado de falsos maestros. Los cretenses eran recién convertidos y muy fáciles de ser influenciados por los falsos maestros cuyas vidas no eran piadosas. Por eso, Pablo envía a Tito para que busque hombres piadosos, modelos de santidad, para dirigir a los nuevos creyentes. Al parecer, Pablo hace referencia al estilo de vida al decirle a Tito que corrija lo deficiente. La carta contribuyó a apoyar a Tito en su ministerio.

¿Qué parte me toca a mí?
¿Cómo es mi estilo de vida? ¿Cuál son mis hábitos? ¿Soy modelo de una vida piadosa? ¿Soy una persona madura espiritualmente? ¿Soy parte funcional de la iglesia? ¿Contribuyo al a edificación de mi iglesia? ¿Cuáles son mis motivos para servir a mis hermanos: vanagloria o para darle la Gloria a Dios? ¿Tengo motivos egoístas? ¿Por qué estoy sirviendo en el ministerio? ¿Me enfoco en mi mismo o me enfoco en los demás? ¿Tengo compasión e interés por los demás o sólo me importa lo mío? ¿Huyo de las oportunidades de servir a Dios? ¿Sólo sirvo en lo fácil y no en lo difícil? ¿Tengo convicciones bíblicas? ¿Defiendo mis convicciones bíblicas o me dejo llevar por lo que dicen las personas? ¿Soy fácil de influenciar para lo malo?  

Fuente: Reflexiones a partir del libro: La medida del cristiano de Gene A. Getz. 

lunes, 17 de octubre de 2011

Mirar las manos del Señor como siervo



Tito 1:1-4: La salutación siempre al principio de una carta indica el lugar desde dónde escribe y quien es el autor y a quién le escribe.  Pablo le escribe a Tito. Se presenta como siervo y apóstol. Le escribe una carta conforme a la fe y el conocimiento de la verdad. Le escribe en la esperanza de la vida eterna. Pablo le desea gracia, misericordia y paz de Dios y de Jesucristo.

El saludo es importante para las personas. Cuando dos personas se encuentran lo que primero hacen es saludarse mutuamente. El saludo implica reconocer al otro como igual a uno. Con el saludo se logra interpelar a la otra persona. Se busca la aceptación y la gracia de la otra persona. ¿Qué pasa cuando no saludamos a la otra persona? Es como si no existiera para nosotros. Pablo saluda a Tito deseándole gracia, misericordia y paz de Dios y de Jesucristo. Nuestro saludo debería ser similar.

Pablo fundamenta su esperanza en la vida eterna en la naturaleza y en la promesa de Dios: Dios no miente, siempre dice la verdad.  La promesa es desde antes del principio de las cosas. Destaca que la promesa de nuestra vida eterna existía desde antes de todas las cosas apelando a la eternidad de Dios. Es como si los planes de Dios hubieran estado escondidos a la vista de los hombres hasta que Dios decidió manifestar sus planes a través de la predicación.

Pablo señala que la predicación le fue encomendada por mandato de Dios. Dios decidió que era tiempo de que sepamos sus planes, la esperanza en la vida eterna, y decidió enviar a personas, como Pablo, para que nos enseñaran la esperanza de la vida eterna.  Pablo se muestra como siervo al señalar que predica por mandato de Dios. No es por su propia voluntad o deseo que predica la esperanza de la vida eterna sino porque Dios lo envía a predicar.

¿Qué parte me toca a mí?

Reconocer mi condición de siervo. Dios me salvó para buenas obras. Le pertenezco a Dios, mi voluntad debe estar rendida a Dios. ¿Qué es lo que me impide servirle full time? ¿Qué parte del plan no estoy entendiendo?  Creo que no estoy poniendo los ojos en las manos de mi Señor. Debo reenfocar mi vida hacia lo que Dios está haciendo ahora y encaminar mis pasos hacia sus caminos. Debo andar por la senda que Él trace para mi vida. Mirar sus manos ¿en dónde está obrando Dios? ¿Qué estoy esperando para unirme a sus obras?

He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, Y como los ojos de la sierva a la mano de su señora, Así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios, Hasta que tenga misericordia de nosotros - Salmos 123:2

Porque te tomé de los extremos de la tierra, y de sus principales te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú, te escogí, y no te deseché – Isaías 41.9

Detén asimismo á tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí: Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión. Salmos 19:13

"Un cristiano que vive como siervo de Dios desea hacer la voluntad de Dios en todos los aspectos." Getz Gene