viernes, 30 de diciembre de 2022

Fragmentos: Consagración Total de Andrew Murray


 CAPITULO 1 - LA CONSAGRACIÓN TOTAL

“Cómo tú dices, Rey Señor mío, yo soy tu vasallo, con todo lo que tengo” 

La condición para la bendición de Dios es la rendición total en sus manos. 

Lo que más hace falta es una entrega absoluta a Dios.

¿Estás dispuesto a entregarte de modo absoluto en mis manos? 


Dios espera nuestra entrega. 

¿No está la creación rendida a la voluntad de Dios? Dios reclama nuestra entrega. El mismo realizará nuestra entrega.


Dios realiza tu entrega.

Dios no nos pide que nos rindamos a Él basándonos en nuestra fuerza o poder de voluntad. Dios está dispuesto ha hacer esta obra en nosotros. Debemos procurar presentarnos a Dios hasta que nuestros corazones aprender a creer que el Dios eterno mismo va a enderezar lo torcido, vencer lo malo, y obrar lo que es agradable ante su vista. Dios mismo lo hará en ti. 

Mira a los hombres el AT como Abraham... ¿crees que fue de modo casual que Dios encontró este hombre, el padre de los creyentes y el amigo de Dios, que tenia una fe tan grande, tal obediencia y devoción? No fue así. Dios lo levantó y lo preparó como instrumento de su gloria. 

Aunque te sientas débil, vacilante y pusilánime, no tienes porqué temer, sino con fe en la obra escondida del Espíritu de Dios, entregate. 

Dios no solo exige la entrega, la realiza, la acepta y la mantiene.


Dios mantiene nuestra entrega. 

Cuando Dios ha empezado la obra de la rendición total en ti, y cuando Dios ha aceptado tu entrega, Dios se considera obligado a cuidar de ella y conservarla. 

Por tu gracia deseo hacer tu voluntad en todo, cada momento de cada día. 

Dios nos bendice cuando nos entregamos. 

¿Puede una taza llenarse si no está vacía? 

El cristiano debería ser una persona completa rendida por completo a la voluntad de Dios.

Rindete y Dios traerá al Cristo completo, a Cristo crucificado, al resucitado y al que vive en Gloria, en tu corazón. 

CAPÍTULO 2 - EL FRUTO DEL ESPIRITU ES AMOR

Una vida llena del Espíritu Santo se manifiesta en nuestras acciones diarias y en nuestra conducta. 

Cuando Dios da el Espíritu Santo, su gran objetivo es la formación de un carácter santo. 
Debo tener el Espíritu Santo que santifique mi vida interior si he de vivir realmente para la Gloria de Dios. 

Gálatas 5:22

Cuando el Espíritu Santo alcanza posesión de la vida, el corazón se llena de un amor real, divino y universal. 

Dios es amor. 
No hay egoísmo en Dios. Dios no guarda nada para si. La naturaleza de Dios es dar de sí constantemente. 
Desde la eternidad, Dios tenia a su hijo unigénito. El padre le dio todas las cosas. Nada de lo que Dios tenia lo retuvo. 
Amor es darlo todo. 
La humanidad necesita el amor. 
La redención en Cristo permite restaurar el amor a este mundo. 
Una de las peores cosas que hizo el pecado al hombre fue hacerle egoista, porque el egoísmo es incompatible con el amor. 
Cristo vino para mostrarnos qué es el amor. 
El espíritu santo vino para echar el egoismo, la envidia y el orgullo; y nos trajera amor de Dios al corazón del hombre.

Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros" (Juan 13:34).

Esta debería ser la única ley de conducta. 

En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.(Juan 13:35)

El amor sería a insignia Será la distintivo para que los hombres puedan reconocerlo. 

El amor vence al egoísmo.
El egoísmo es el pensar en nosotros y buscar cumplir nuestros deseos. 
La liberación del yo significa ser una vasija rebosando de amor para todo durante la vida. 
Es el Espíritu Santo quien ha de derramar el amor de Dios en nuestro corazón. 

Porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. - Romanos 5:5

No solo que el amor de Dios ha sido derramado para mi sino que es el Amor de Dios en toda su plenitud y su poder. Un amor para mi que salta en amor hacia él, de retorno y rebosa en amor a nuestro prójimo. 

El amor es un don de Dios.
El carácter o la conducta es la prueba de que el amor de Cristo llena nuestro corazón. 

Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; 13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. - Col 3:12-13.

Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. I Juan 4:12

Nuestro amor muestra el poder de Dios
El Espíritu de Dios ha venido a hacer en nuestra vida diaria una demostración del poder divino y una revelación de lo que Dios puede hacer por sus hijos. 
Uno puede predicar amor durante años, pero no puede enseñar a nadie a amar a menos que el poder del Espíritu venga sobre la persona para traerle el amor del cielo al corazón. 

La obra Cristiana requiere amor
Que el amor del cielo fluya en mi corazón. 
El amor es un fuego que abrasa y se hace camino a través de toda dificultad. 

El amor inspira intercesión.
Es solo el amor que nos puede hacer aptos para la obra de intercesión. 

Que Dios nos conceda que aprendamos día tras día a esperar más inquietantemente en Él. 
No esperes en Dios solo por ti, date al ministerio y al amor de la intersección, ora más por el pueblo de Dios, por la obra de Dios; y la respuesta vendrá sin duda, y nuestro esperar en Dios, será una fuente de bendición y poder inefable.  

Capítulo 3 - Apartados para el Espíritu Santo

Hechos 13:1-4
El Espíritu Santo es el director de la obra de Dios en la tierra.

Dios tiene sus planes con respecto a su reino.

Dios tiene sus obreros y sus planes claramente distribuidos y nuestra posición es la de esperar hasta que Dios nos comunique aquello que Él crea que es necesario conocer a medida que vayamos progresando. 
Hemos de ser simplemente obedientes y fieles, llevar a cabo sus órdenes. Muchas veces nosotros también tenemos planes y pensamos que sabemos que hay que hacer. Pedimos a Dios que bendiga nuestros pobres esfuerzos en vez de rehusar ir adelante a menos que Dios vaya delante de nosotros. Debemos dejar que Dios nos guie hacía el plan que Él tiene preparado.

Dios está dispuesto y puede revelar su voluntad a sus siervos.

Debemos aprender a esperar en Él para que Él nos muestre su voluntad. 

A veces el hombre hace su propia voluntad y espera que Dios le de la gracia. Quizás sea una de las razones por las cuales tenemos tan poca gracia y éxito en nuestra misión. 
Nuestro primer deseo debe ser que nos sea revelada la voluntad de Dios. 

El arte de esperar a Dios en oración. Tener una comunicación adecuada con el cielo. 
Esperar a que Dios vaya delante de nosotros.

Dios sólo puede revelar su voluntad al corazón que es humilde, tierno y se halla vacío, receptivo. Dios solo revela su voluntad en las perplejidades y en las dificultades especiales a un corazón que ha aprendido a obedecer y honrarle lealmente en las cosas pequeñas de la vida diaria. 

Existe una disposición del Espíritu Santo a revelar la voluntad de Dios.

Estando en estrecho contacto con Él y de algún modo, nos hará saber qué es lo que quiere. 

Pedro estaba ayunando y orando, y estaba muy lejos de pensar en una visión y una orden de ir a Cesárea. No tenía la menor idea de la obra que iba a hacer. 

Es en corazones enteramente entregados al Señor Jesús, en corazones apartados del mundo, y dados a la oración intensa, esperando en el Señor; es en dónde la voluntad de Dios se manifiesta. 

El ayuno es apartarnos de todo para conocer la voluntad de Dios. 

La voluntad de Dios es apartarnos para el Espíritu Santo

El poder de Dios descansará poderosamente en hombres apartados para Dios. 
Existen dos clases de espíritu en la tierra: El Espíritu Santo y el espíritu de este mundo. 

El espíritu de este mundo debe ser echado, y el Espíritu de Dios debe venir para tomar posesión de la vida interior y de todo el ser. 

Dios quiere algo más, algo mucho más alto. 

Hay una diferencia entre el poder del Espíritu como un don, y el poder del Espíritu para la gracia de una vida santa. 

Debemos desear que el Espíritu Santo tomé entera posesión de nosotros. Entregar el pleno dominio. 

Que Dios nos conceda que su Palabra pueda entrar en la profundidad de nuestros ser y nos escudriñe y si descubrimos que no nos hemos apartado del mundo por completo, si el Señor nos muestra que hay vida propia, voluntad propia, exaltación propia, poniéndolos de lado, humillemonos ante Dios.

La colaboración con el Espíritu Santo pasa a ser un asunto de conciencia y de acción. 

Habiendo sido apartados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia. Después de la ordenación, fueron enviados por la iglesia. Esta colaboración exige oración y ayuno. 

Creemos más en hablar a los hombres de lo que creemos en hablar a Dios. 

Si en nuestra obra hubiera más oración, habría más bendición en nuestra vida interior. 

Nuestra fuerza consiste en permanecer en contacto con Cristo cada minuto, permitiendo que Dios obre en nosotros. 

Gálatas 3:3 - La gran advertencia habiendo empezado con el corazón se desvié en dirección a la carne. 

Fue con oración y ayuno y con más oración y ayuno que éstos discípulos llevaron a cabo la orden del Espíritu Santo. Mi alma espera sólo en Dios. Que sea nuestra obra más elevada y más importante. El Espíritu Santo viene como respuesta a la oración de fe. 

La maravillosa bendición llega cuando el Espíritu Santo tiene la dirección de la obra, cuando lo que se hace se hace en obediencia a Él

El Espíritu Santo no solo tiene poder, sino que es el Espíritu de Amor. Él está velando sobre el mundo y todas las esferas de la obra en él, y está dispuesto a bendecir. 

Perdoname Señor, no permitas que mi yo, mi carne y mi voluntad ocupen el lugar que le corresponde al Espíritu Santo. 

CAPÍTULO 4: El arrepentimiento de Pedro

Lucas 22:61-62.

Pedro no estaba preparado para seguir a Cristo. La historia de Pedro nos da consuelo. Cuando consideramos su carácter, sus falla, y lo que hizo Cristo por él a través del poder del Espiritu Santo, vemo esperanza para todos. 

Antes que Cristo llenara a Pedro con el Espiritu Santo, tuvo que llorar amargamente, tuvo que ser humillado.

Pedro, el discípulo devoto de Cristo.
Pedro era un hombre de entrega total (Mateo 19:27); lo había dado todo para seguir a Cristo. Era un hombre dispuesto a la obediencia. Se sometió a la voz de Jesús (Lucas 5:5) Fue un hombre de gran fe (Mateo 14:28). Era un hombre de comprensión espiritual (Mateo 16:16) Jesús habló de él como el hombre roca y que tendría las llaves del reino. Era un discípulo devoto. Si viviera hoy, pensaríamos que es un hombre consagrado, pero le faltaba mucho a Pedro.

Pedro vive su propia vida.
En Mateo 16:22-23, cuando Cristo empezó a hablar de sus sufrimientos, Pedro actuó en su voluntad, confiando en sí mismo, en su sabiduría. También buscaba su honor por encima de otros (Mateo 18:1-5). La vida del yo era muy fuerte en Pedro. Había dejado sus botes y redes, pero no su viejo yo. 
La única condición para seguir a Jesus es que el yo debe ser negado. 
Mateo 26:30-35
El yo debe ser puesto de lado, hay que rechazar todas sus sugerencias. Esta es la raíz de todo discipulado, pero Pedro no lo comprendió, y no lo podía obedecer. 
Pedro pensaba que de verás podía seguir a Jesus, pero no se conocía así mismo. 
No hay otra posibilidad. Nos negamos a nosotros mismos o negamos a Cristo. 
El yo fue la causa de la caída del hombre. Eva quería algo para sí misma. 

El arrepentimiento de Pedro.
Pedro negó al Maestro tres veces y entonces el Señor le miró; y ésta mirada quebrantó el corazón de Pedro, y al instante, Pedro entendió, y lloró amargamente. Que desesperación, vergüenza y tristeza habrá sentido Pedro. No creo que podamos entender en qué profundidad de humillación se hundió Pedro, pero fue el punto que cambió su vida. Más tarde, ya Cristo resucitado,  Cristo le preguntó ¿me amas? La respuesta de Pedro fue: “Señor, tú sabes todas las cosas; tu sabes que te amo.” 

Pedro transformado
Ahora Pedro estaba preparado para la liberación del yo. La naturaleza de Pedro fue cambiada. La obra que Cristo empezó en Pedro cuando le miró, fue perfeccionada cuando Pedro fue lleno del Espíritu Santo. 

En 1 Pedro 4:14 podemos ver que ya no se trata del viejo Pedro sino que es el mismo Espíritu de Cristo que respira y habla en él. Pedro en vez de negar a Cristo, había hallado el gozo de negarse así mismo, ser crucificado y estar dispuesto para la muerte. 
El profundo cambio de Pedro: confiando en sí mismo, buscando su satisfacción, placer, ambiciones, lleno de pecado, entrando en conflictos constantemente, necio e impetuoso; y ahora lleno del Espíritu y de la vida de Jesús. Cristo lo había hecho por él, por medio del Espíritu Santo. 

Uno puede ser sincero, piadoso y devoto y, sin embargo, ser muy grande el poder de la carne en él. Pedro, antes de negar a Cristo, había echado demonios y curado enfermos, y, sin embargo, la carne tenia poder y regía sobre él. Hay tanto yo en nosotros que el poder de Dios no puede obrar como Dios quiere. Cristo dijo: “Niégate a tí mismo” Pedro no lo había comprendido y no obedeció, y falló. 

Debemos aprender a vernos a nosotros mismos y caer de rodillas delante de Dios, hasta encontrar la liberación del yo.

El descubrir el poder del yo es obra del Señor Jesús. Jesús le advirtió a Pedro que le negaría. Y en su sufrimiento, Cristo lo miró. Fue Cristo quien guió a Pedro en la transformación. Es Cristo quién puede librarnos del poder del yo. Solo debemos humillarnos delante de Él. 

CAPÍTULO 5: IMPOSIBLE PARA EL HOMBRE PERO POSIBLE PARA DIOS

Lucas 18:27
La salvación y la santidad es una tarea imposible para el hombre. 

El hombre no puede.
El estado del hombre regenerado. El cristiano tratando de alcanzar una vida de santidad. No solo debe uno deleitarse en la ley de Dios, según el hombre interior, y desea hacer la voluntad de Dios, sino que necesita la divina omnipotencia para que Él haga la obra en mi. Filipenses 3:13
En Romanos 7, el hombre regenerado dice: la voluntad está presente en mí, pero no puedo hacerlo. Pero en Filipenses 2, tenemos a un hombre que entiende que cuando Dios ha renovado la voluntad, Dios da el poder para ejecutar aquello que su voluntad desea. 

Dios puede.
No debemos quedarnos en que es imposible para el hombre, debemos aprender que es posible para Dios. 
La vida cristiana debería ser una serie de cosas imposibles hechas posibles y reales en el poder de Dios. Necesitamos de todo el poder de Dios para vivir como cristianos. 
Todas las posibilidades de una vida cristiana elevada tiene su origen en una nueva
 captación del poder de Cristo para obrar la voluntad de Dios en nosotros.
Debemos aprender a tener un trato íntimo con el Dios omnipotente para saber qué su omnipotencia está obrando en nosotros. 
1 Corintios 2:2
Dios enseñó a Abraham a que confiara en Él como el Omnipotente. 

La causa de la debilidad de nuestra vida cristiana es que queremos obrar por cuenta propia y dejarle a Dios que nos ayude. Esto no debe ser así. Hemos de sentirnos completamente impotentes y dejar a Dios que obre, Él lo hará de modo glorioso. 
Moises, Josué, todos los siervos de Dios del AT contaban con la omnipotencia de Dios para hacer imposibles. Dios está dispuesto a poner su omnipotencia a la disposición de cada hijo suyo. 

Dios obra en el hombre.
Cuando Dios se hace cargo de nosotros en Cristo, es posible para Él hacer de nosotros hombres de entrega absoluta. Efesios 3:16

El corazón debe ser llenado desde arriba, desde la fuente de amor eterno, si es que ha de rebosar todo el día; entonces será natural para nosotros amar a nuestro prójimo, como es natural para el cordero el ser manso y para el lobo ser cruel. 
El anhelar la santidad y la consagración es un anticipo de su poder. Dios opera primero en el querer y luego en el hacer. Estos anhelos son un testimonio y prueba de que Dios está obrando en el querer. Efesios 3:20. Gloria a Dios, el Omnipotente, que puede hacer más de lo que pedimos o pensamos. 

Capítulo 6: Miserable hombre de mi

En Romanos 7 hay una descripción y promesa de la vida que un hijo de Dios puede vivir en el poder del Espíritu Santo. ¡Miserable de mí! Estas son las palabras de un hombre que ha llegado al final de dónde puede llegar. 
El camino por el cual el hombre puede ser conducido del espíritu de servidumbre al espíritu de libertad. Romanos 8:15. El gran peligro de la vida cristiana es volver a caer en servidumbre. 

El hombre regenerado. 
No soy yo quién obra en aquello, sino el pecado que obra en mi. El hombre regenerado sabe que su corazón y su naturaleza ha sido renovada, y que el pecado es ahora un poder en él, pero que no es él mismo. Pablo explica el pecado no solo como una transgresión sino como un poder. El hombre regenerado es aquel en el cual la voluntad ha sido renovada. 

El hombre impotente
Quiero hacer lo que es bueno, pero no encuentro el poder para ejecutarlo. Dios nos ha dado la voluntad. La voluntad en una criatura es como una vasija vacía en la cual el poder de Dios se manifiesta. Existe una aparente contradicción. Dios no ha operado el hacer en mi, sin embargo, la Biblia enseña que Dios provoca el querer como el hacer. 
En Romanos 7:6-25, el hombre está luchando para cumplir la ley de Dios. Se muestra al creyente haciendo todo lo que puede para obedecer la ley de Dios con su voluntad regenerada. Es el yo regenerado, procurando, en su impotencia obedecer la ley sin ser llenado del Espíritu. Dios permite el fracaso para que el hombre regenerado aprenda acerca de su propia impotencia. El creyente se entristece viendo que es incapaz de obedecer la ley de Dios. 

El hombre desgraciado
Dios le ha otorgado una nueva naturaleza que quiere amar a Dios, quiere obedecer, pero no puede. El corazón está quebrantado. La única manera para ingresar a Romanos 8 es con el corazón quebrantado. Es cuando el hombre es conducido a la confesión que la liberación está cerca. No solo es un sentimiento de impotencia y cautividad sino que es el sentimiento de pecar contra Dios. La Ley hacía su obra, haciendo el pecado sumamente penoso ante la vista. La idea de agraviar continuamente a Dios se vuelve intolerable. Esta desgracia es la que nos mueve a decir ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?

El hombre casi liberado
¿Quién me librará? Es un hombre que se siente atado. “Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo me ha liberado de la ley de pecado y de la muerte” Esta es la liberación por medio de Jesucristo. ¿Se puede mantener a un hombre cautivo una vez que ha sido hecho libre? 
El hombre regenerado tiene el Espíritu de Cristo, pero no sabía lo que el Espíritu Santo podía hacer en él. 
Dios no obra por medio del Espíritu como el resto de las fuerzas de la naturaleza. El nos guía considerándonos como seres racionales, inteligentes, y por tanto, cuando quiere darnos el Espíritu Santo, nos lleva al fin de nosotros mismos. Cuando comprendemos que somos incapaces, nos muestra que es en el Espíritu Santo que tenemos poder para la obediencia, la victoria y la santidad real. 
Dios obra en el querer y está dispuesto a obrar en el hacer. La voluntad no basta. La voluntad es un don permanente, un atributo de la nueva naturales, pero le poder hacer no es un don permanente, lo da el Espíritu, debe ser recibo en todo momento. Solo por medio del Espíritu podremos vivir vidas santas. El ES nos da la victoria. Cuando reina en nosotros, da muerte a las obras de la carne día a día. 
Hay que llegar a una decisión y a la acción. Hay dos clases de cristianos. La Biblia dice que los romanos, Gálatas y corintios ceden a la carne, pero que necesitan ser guiados por el Espíritu. Dios nos ha dado a su hijo para guardarnos cada día, y lo que hemos de hacer es confiar en Él.
¿De qué nos sirve ir a la iglesia, estudiar la biblia, orar, si nuestras vidas no están llenas del Espíritu Santo? 
Solo una vida llena del Espíritu Santo nos capacita para vivir una vida de poder y de paz. 

CAPÍTULO 7: Habiendo comenzado por el Espíritu
Gálatas 3:3

¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?

Nuestra vida espiritual no es lo que debería ser. ¿Por que los creyentes no viven a la altura de sus privilegios?

Dios no ha dado a su hijo Todopoderoso, Cristo, para ser el guardado en todo creyente, para hacer que Cristo sea una realidad siempre presente y para comunicarnos todo lo que tenemos en Cristo. 

La razón de la falta de crecimiento es que no viven como los cristianos deben vivir. 

Si bien habían empezado por el Espíritu, luego habían tratado de perfeccionar la obra del Espíritu por medio de la carne y por sus propios esfuerzos. 

La gran necesidad de la iglesia. Dios ha llamado a la iglesia a vivir en el poder del Espíritu y la iglesia está viviendo en gran parte en el poder de la carne, y de la voluntad, la energía y el esfuerzo personal.
La iglesia debe volver al reconocimiento que el Espíritu Santo es su fuerza y su apoyo, deben renunciar a todo lo demás, y esperar en Dios para ser llena del Espíritu, y se verá la Gloria de Dios revelada entre nosotros. 

Nada nos servirá, a menos que entendamos que hemos de vivir cada día bajo el poder del Espíritu Santo.

En Gálatas observamos:
1 - El comienzo de la vida cristiana es recibir el Espíritu Santo
2 - El gran peligro es olvidar que debemos vivir en el Espíritu y no por la carne.
3 - Los frutos y pruebas de que buscamos perfeccionarnos en la carne.
4 - El camino que conduce a la liberación

Recepción del Espíritu Santo.
El hombre justificado no puede vivir sino por el Espíritu Santo que lo selle. Debemos asegurarnos de esta gran verdad. Debemos recordar a los cristianos que han recibido el Espíritu Santo y que deben vivir conforme a su guía y su poder. 

Descuidando al Espíritu Santo
Dios da a los cristianos el Espíritu Santo con la intención de que sepan siempre en qué dirección están avanzando, para que vivan bajo su poder. Es imposible vivir una vida de piedad si no es bajo el poder del Espíritu Santo. 
Los Gálatas estaban en peligro porque querían perfeccionarse en la carne. La naturaleza humana, la voluntad y el esfuerzo humano pueden ser muy activos en la religión, después de la conversión y de haber recibido el Espíritu Santo, puedo empezar con mis propias fuerzas a procurar servir a Dios. Puede que sea diligente y haga mucho, y con todo, todo lo que he hecho es servicio en la carne y no en el Espíritu. 
Es importante que Dios nos muestre si nuestra vida cristiana está bajo el poder de la carne o del espíritu. 
El peligro es que la carne y la energía humana ha tomado el lugar que le corresponde al Espíritu Santo. 

Falta de fruto del Espíritu Santo
El esfuerzo personal siempre termina en la carne. No hay posibilidad de un futuro próspero para la iglesia hasta que venga un cambio radical, hasta que la iglesia comience a ver que todo pecado en el creyente viene de la carne, de una vida carnal en medio de las actividades religiosas y del esfuerzo personal para servir por cuenta a Dios.
Sólo Dios puede obrar su voluntad en nosotros. Nosotros no podemos ejecutar la voluntad de Dios, pero su Espíritu sí puede, y hasta que la iglesia, y los creyentes individualmente lo comprendan, y cesen de hacer esfuerzos humanos la voluntad de Dios, y esperen al Espíritu Santo que venga con todo su omnipotencia, la Iglesia nunca será lo que Dios quiere que sea, y lo que Dios quiere hacer con ella. 

Cediendo al Espíritu Santo
Debemos regresar al punto desde cual nos hemos quedado. El Espíritu Santo puede venir a nuestro corazón y con su divino poder santificarnos y hacernos capaces de realizar la bendita voluntad de Dios, y llenar nuestros corazones de gozo y fuerza. Dios desea dar a cada uno el poder del Espíritu Santo para la vida diaria. Dios quiere que nos levantemos y coloquemos nuestros pecados delante de Él y pidamos misericordia. Debemos confesar nuestro propio esfuerzo y autoconfianza. Sólo cuando somos vaciados y nos presentamos en vergüenza total ante Dios es que estamos preparados para recibir la bendición que viene de lo alto. 
Hemos de mostrar al mundo lo que Dios hace en nosotros, no con nuestras palabras o enseñanzas, sino en nuestra vida. 

¿Estás consagrado, entregado al Espíritu para que obre en ti y resida en ti? ¿Estás dispuesto a entregarte al poder del Espíritu Santo? 

Solo Dios puede efectuar el cambio. Solo Dios, que nos da el Espíritu Santo, puede restaurar el poder en tu vida. Solo Dios puede reforzar con el poder de su Espíritu en el hombre interior. La respuesta llegará a todo corazón que espera y está dispuesta a hacer el sacrificio y darlo todo, y se entrega llorando y orando a Dios. La bendición está cerca. Dios se deleita en ayudarnos. Él nos hará posible perfeccionarnos, no en la carne, sino en el Espíritu, tal como la obra fue empezada, en el Espíritu. 


Capítulo 8: Guardado por el poder de Dios
1 Pedro 1:5 - Somos guardados por el poder de Dios y guardados por la fe. De un lado está Dios con su omnipotencia para guardarnos en todo momento del día, somos guardados por el poder de Dios,  y del otro lado, está nuestra humanidad que no tenemos nada más que hacer que tener fe y dejar que Dios haga la obra, somos guardados por la fe. 

Tenemos una herencia guardada en los cielos y somos conservados en la tierra por el poder de Dios. El guarda mi herencia y me guarda a mi para la herencia. 

Guardados por el poder de Dios

Lo que incluye esta guarda
Todo nuestro ser es guardado. La guarda de Dios lo incluye todo, no solo lo espiritual. Dios nos puede guardar de pecados graves como de pequeños. Dios puede guárdanos de todos los pecados. Si confiamos en la omnipotencia de Dios de modo total y absoluto, Él se deleitará en guardarnos. 

La guarda requiere poder
La guarda no solo es completa sino todopoderosa. El Dios omnipotente se ofrece así mismo para obrar en mi corazón, para hacer la obra de guardarme y yo quiero unirme al omnipotente. Tener mi lugar en la palma de su mano. 
Dios es nuestro escudo, refugio, torre fuerte, fortaleza y Salvación. Es el Dios Eterno el escondedero para el alma que cree, que guía al creyente y lo guarda en la palma de su mano, en lo secreto, bajo la sombra de sus alas. 
Yo puedo experimentar el poder y la bondad de Dios sólo en tanto que estoy en contacto y comunión con Él, con su omnipotencia, que me ayuda cada día. 
Todo lo que el Padre tiene está a disposición del hijo. 
¿Qué es lo que no hará el Dios todopoderoso para el hijo que confía en Él? 
“Más allá de todo lo que podemos pedir o pensar” Es en su omnipotencia en la que hemos de aprender a conocer y en la que hemos de confiar. 
No podemos hacer la voluntad excepto por medio del poder de Dios. ¡Dios nos ayude a confiar en Él cada día!

Su guarda es continua
La vida de Dios es un poder sin límites que obra en nuestro favor. Dios viene a nosotros como un todopoderoso y sin ninguna condición se ofrece para ser nuestro guardador. Esto significa algo permanente, día a día, momento a momento. 

 Yo Jehová la guardo, cada momento la regaré; la guardaré de noche y de día, para que nadie la dañe. - Isaías 27:3

Dios ha prometido guardarnos en todo momento. Cada mañana Él estará contigo cuando te levantes. El cuida de nosotros continuamente con su poder sin límites. El tiene el poder protector de su mano sin interrupciones. 

Guardaos por la Fe
La Fe implica invalidez, impotencia. 
Debemos aprender a entregarlo todo, a decir por completo, no puedo hacer nada. Pablo aprendió a regocijarse en sus flaquezas. Cuándo más débil se sentía, mejor; porque cuando era débil era fuerte en el Señor. 
Si deseamos ingresar a la vida elevada, debemos descender varios escalones. 

Tenemos la necesidad de un sentimiento de vaciedad, desespero e insignificancia. Cuando nos hundimos en la impotencia total es cuando el Dios Eterno se nos revela con todo su poder y nuestros corazones aprenden a confiar sólo en Él. 

¿Qué nos impide confiar plenamente en Dios?
El gran impedimento a la confianza en Dios es el esfuerzo personal. Confiamos tanto en nuestra sabiduría, nuestra fuerza y nuestros pensamientos que no confiamos en Dios. Pero cuando Dios nos quebranta, cuando todo comienza a entenebrecer antes nuestros ojos y vemos que no comprendemos nada, entonces es Dios se acerca y si nos inclinamos en nuestra insignificancia y esperamos en Dios, Él pasará a serlo todo.

En tanto que nosotros somos algo, Dios no puede serlo todo y su omnipotencia no puede hacer toda la obra. Este es el comienzo de la fe: una total desconfianza en el yo, un dejar de contar con nosotros o cualquier otra posibilidad terrena y hallar toda nuestra confianza sólo en Dios.

La Fe es el reposo.
Al principio la Fe lucha, pero cuando llega al final de sus fuerzas y sus recursos, entonces se echa en los brazos de Dios y descansa en Él, entonces viene el gozo y la victoria. 

“Vuelve por tu camino. Tu hijo vive” El hombre de Capernaum creyó en la Palabra de Jesús. Descansó sobre su palabra. No pidió pruebas. Confió en la Palabra de Jesús. Esto es la Fe. Cuando Dios me da su promesa, confío. Su Palabra me basta. Soy guardado por el poder de Dios. Esto es Fe. Esto es reposo. 

Es algo muy grande entrar en un pacto con el Dios omnipotente, no como resultado de algo que pueda decir el hombre o lo que el corazón siente, sino en la base de la Palabra de Dios. Guardado por el poder de Dios por la Fe.

No deseamos de Él nada más que lo que Él puede darnos, pero no esperamos nada menos. Que nuestra vida sea una prueba de lo que Dios puede hacer. Que nuestra alma tenga la disposición cada día de invalidez total, confianza y reposo, como un niño. 

La Fe requiere comunión.
No se puede separar a Dios de su Palabra. No podemos recibir su poder estando separados de Él. Si quieres una vida de piedad, debes dedicar tiempo de comunión con Dios. Debemos ir a Dios omnipotente, a su Palabra, como una persona. Debemos tener tratos (acuerdos) con Dios, como lo tuvo el hombre de Capernaún. ¿Por que el hombre creyó en la Palabra de Jesús? El hombre vio y oyó algo que le hizo confiar. Esto lo puede ser Cristo. No intentemos estimular la Fe por nuestras fuerzas. Deja a tu corazón, mirá a Cristo y escuchá lo que te dice sobre la forma en que te guardará. Mira el rostro de tu Padre, pasa un tiempo diario con Él. Empieza una vida con un profundo sentimiento de vaciedad e insignificancia, como de un hombre que no tiene nada y que obtiene todo de Él. Él abrirá los cielos y conocerás su abundancia. 
Haz un pacto con Dios, colocate en sus manos, cree plenamente que el Dios Eterno será tu compañero, va darte la mano en todo momento del día; será tu guardador, vigilando tus pasos sin interrupción. El Padre se deleitía en revelarse a nuestras almas constantemente. 

La omnipotencia de Dios me cubre, y mi voluntad, en su pequeñez, descansa en esa omnipotencia y se regocija en ella. 

CAPÍTULO 9: Vosotros sois las ramas
Juan 15:5

Es absolutamente esencial tener plena vida en Cristo. Que Cristo esté en nosotros, obran por medio de nosotros. 

Si por medio del Espíritu Santo conociéramos nuestra relación con Cristo, nuestra obra sería cambiada en lo más brillante y celestial posible en la tierra. En vez de ser causa de cansancio y agotamiento, nuestra obra sería como una nueva experiencia, que nos uniría más a Cristo como no puede hacerlo nada más. 

DEPENDENCIA ABSOLUTA
La dependencia absoluta e inalterable de Dios es la religión de los ángeles. Dios lo es todo para los ángeles. Si podemos aprender en todo momento del día a depender de Dios, todo irá bien. Tu vida llegará a las alturas si dependes absolutamente de Dios.

La vid hace toda la obra y la rama sólo disfruta del fruto de la obra. 

Toda la responsabilidad de la obra se halla en Cristo. Cristo cuida de todo. Al enviarnos el Espíritu Santo nos llena y nos da la confianza de la dependencia, de modo continuo, no como un don especial, de vez en cuando, porque si consideramos la relación de las ramas con la vid podemos ver que es continua, incesante, y una continuidad que debe ser mantenida en todo tiempo. La savia fluye en todo momento. Debemos presentarnos cada día en completa invalidez, como uno que no sabe nada, que no es nada y que no puede hacer nada. 
Cuando yo soy algo, Dios no lo es todo, pero cuando yo soy nada, entonces Cristo pasa a serlo todo.
El hombre que es o tiene algo, no puede depender; pero el hombre que no es o no tiene nada, depende de un modo absoluto. La dependencia absoluta de Dios es el secreto de todo poder. La rama no tiene nada, excepto lo que recibe de la vid. Nosotros no tenemos nada, excepto a Cristo.

REPOSO PROFUNDO
La vida de la rama no es sólo una vida de completa dependencia sino un profundo reposo. A pesar de toda nuestra prisa y esfuerzo en la obra de Cristo nunca prosperás. Lo primero que debemos aprender es a descansar en el Señor. Descansar simplemente en Él. Deja que Cristo lleve la responsabilidad. 
Cuando más estrecho es el contacto con Cristo más nos llena de celo y de amor. Empiezas a trabajar en lo que realmente importa añadiendo al trabajo un profundo sentimiento de descanso. El hombre que se esfuerza por depender de Dios, pero se preocupa, no tiene descanso. Debemos buscar el lugar a los pies de Cristo cada día, en paz y descanso. Cristo es la fuente de todo fruto, descansa en Cristo, él puede darte sabiduría y fuerza. El reposo de Dios es paz y sosiego, santidad del cielo, que lleva bendición al corazón, más que cualquier palabra recibida. 

FRUTO ABUNDANTE
Dios no sólo quiere que demos fruto, quiere que demos mucho fruto. Dios, el Padre, es el labrador, quién cuida de nosotros. El fruto sólo es resultado de la comunión con Dios. A menos que el hijo de Dios esté lleno del Espíritu Santo, no puede llevar fruto. 
No confundamos obra con fruto. El fruto significa que la misma vida y el mismo poder y espíritu están dentro de nosotros. Cristo nos dará abundancia de sí para que podamos llevar mucho fruto. 
La vida de la rama es una vida que lleva mucho fruto porque está enraizada en Cristo, la vid. 

COMUNIÓN INTIMA
La rama permanece. La obra permanente es la obra del corazón, un corazón dependiendo y descansando en Jesús. La oración secreta. La comunión personal real con Cristo es de absoluta necesidad para la vida diaria del cristiano. Separa un tiempo diario para pasarlo a solas con Cristo. Si no estás dispuesto a pasar tiempo con Él, Él no podrá darte la bendición de la comunión ininterrumpida. Jesus nos pide que vivamos en estrecha comunión con él. 

ENTREGA ABSOLUTA
La rama cortada no es útil para nada. Solo unida a la vid tiene un sentido, propósito, es útil. La entrega absoluta consiste en está entregado por completo a la vid, completa disposición. Cristo entregó su vida para hacer la voluntad del Padre, depender del Padre absolutamente. La felicidad está en vivir completamente para Dios. Ser una ramita que vive solo para la vid. Vivir cada día por completo de modo que Cristo hiciera su voluntad en mí. 
Él nos ha comprado con su sangre. Le pertenecemos. Debemos vivir para Él. Él es nuestro Señor. 
Buscamos la bendición de Dios mientras vivimos según nuestra voluntad, pero nuestra vida debería estar completamente rendida a SU VOLUNTAD. ¿Hay algo en mi, que hago, digo, pienso, que no está de acuerdo a tu voluntad, que no ha sido entregado por completo a ti? 
Él es mi vida, y yo soy su rama, no quiero nada más, ahora que tengo la vid eterna. Tu eres la vida y yo la rama. Eso me basta. Mi alma está satisfecha. 


lunes, 28 de noviembre de 2022

Para que Él pueda llevarse toda la Gloria, la obra debe ser del Espíritu



En el libro, Andrew Murrau, el Apostol del amor duradero, Leona Choy relata el avivamiento en 1860 en Worcester, Ciudad del Cabo, enfatizando el obrar del Espíritu.

En realidad no fue obra del hombre. Sin embargo, aunque ningún hombre individualmente hubiera provocado el avivamiento espiritual, Andrew Murray contribuyó en gran parte a la propagación de las bendiciones del avivamiento espiritual. El Señor mismo le había asegurado directamente que él se encontraba en medio de una obra genuina del Espíritu, y él mismo fue transformado interiormente de una manera profunda.

Empezó a ser evidente ese poder que había recibido, en su ministerio, que obviamente era diferente al intenso celo con que ya había servido tan fielmente al Señor. El Espíritu ahora le había enseñado que dejara que el Señor trabajará a través de él, en vez de él mismo generar su propia fuerza humana aún mientras realizaba las tareas de Dios

Empiezo a creer con mayor convicción que si la obra no avanza es porque nosotros somos el obstáculo. Debemos entregarnos total y plenamente a la dependencia del Espíritu para cualquier acción. No debe ser nuestro deseo, objetivo, meta, proyecto, debemos levantar nuestra vista y ser sensibles a la guía del Espíritu para poder detectar su movimiento entre nosotros y ser llevados por Él hacia dónde Él desee. Cualquier intervención humana, dejará un minúsculo espacio para que el hombre, cuyo corazón es engañoso, se vanaglorie. Para que podamos detectar su movimiento debemos estar expectantes, cultivando nuestra comunión diaria con Dios a través de la Palabra y la oración, identificando el genuino obrar del Espíritu para abandonarnos solo a la idea de que la obra le pertenece a Él. 




Fragmentos del libro: Andrew Murray, Apostol del amor duradero, por Leona Choy. 

martes, 14 de junio de 2022

¿Hay alguna cosa difícil para Dios?





Manipular las circunstancias o pretender que la voluntad de Dios se realice a través de nuestras propios esfuerzos es señal equivoca de que no estamos caminando por fe.

El deseo de Dios es que sus hijos esperen con paciencia a que Él cumpla sus promesas a su modo y a su tiempo.


    1. Abraham

Al Padre de la fe le faltó fe.

La Biblia no esconde los errores sino que los manifiesta con el propósito de que aprendamos de ellos. 


“Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.”

I Cor. 10:11-13.


Dios se reveló a Abraham cinco veces prometiéndole que le daría una gran descendencia. 

Haré de ti una gran nación” (génesis 12:2)

a tu descendencia daré...” (génesis 12:7) 

así será tu descendencia” (génesis 15:1-51)

Abraham empezó bien, le creyó a Jehová (génesis 15:6). Sin embargo, el tiempo pasaba y la promesa de Dios no llegaba. 

Entonces, Saraí (le dijo a Abraham génesis 16:1-2) buscó la solución del mundo al problema. El código de Hammurabi permitía proveer una concubina al esposo para que tuviera hijos si su mujer era estéril.

¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne? Gálatas 3:3

El mundo puede darnos sus formas y maneras de hacer las cosas. Abraham se dejó influenciar por las circunstancias y por la ansiedad de su esposa en lugar de confiar en Dios. Él podría haberse negado, pero no lo hizo. Seguramente pensó que era lo correcto, no meditó, simplemente cedió. "Y atendió Abram el ruego de Sarai" Gen 16.2 

Evidentemente Sarai fue persistente, el rogaba a Abram que tomar a Agar para que le diera hijos. 


¿Cuántas cosa hacemos mal por dejarnos llevar por las circunstancias y las personas en lugar de obedecer a Dios?


Gálatas 4:29 dice que Ismael fue “nacido de la carne”, de un esfuerzo humano.

La desobediencia a Dios, las cosas fuera de lugar y de tiempo, a la larga trae malas consecuencias. En este caso, el surgimiento de una nación que sería enemiga del pueblo de Dios, los árabes. 

Manipular las circunstancias o pretender hacer la voluntad de Dios es indicio que no caminamos por fe. Dios desea que esperemos en sus promesas. Fue muy distinto cuando Sarai quedó embarazada porque esa era la promesa de Dios.

A pesar de la mala decisión de Abraham, la falta de fe, Dios, que es rico en misericordia, le dio una nueva oportunidad. Reestableció su Pacto con él y le mandó a circuncidar a su descendencia como señal de ese pacto. Abraham obedeció y circuncidó a Ismael.

También, Dios reafirma que la descendencia de Abraham vendrá por Sarai (gen. 18.9) 

Saraí ya no podía quedar embarazada y tener hijos, pero ¿Hay alguna cosa difícil para Dios? 

Génesis 21:1: visito Jehová – como había dicho

                       Hizo Jehová – como había hablado.

Génesis 21:2 En el tiempo que Dios lo había dicho


Dios es fiel, cumple con lo Él que promete.


    2. José


José fue vendido por sus hermanos a los ismaelitas por envidia, celos, pero él era inocente como Jesús. (Génesis 37:27)

En Egipto, Potifar observó que Jehová estaba con él por su testimonio ya que José no se había amargado contra Dios por el trato de sus hermanos sino que continuaba temiendo a Dios y comportándose como le habían enseñado. 

José no se dejó dominar por las circunstancias ni por las personas. 

La mujer de Potifar quería acostarse con él, pero José sabía que no debía pecar contra Dios y no se dejo influenciar por ella (“no escuchándola” génesis 39:7-12)

La obediencia a Dios, las cosas en su lugar y a su tiempo, también traen a la larga buenas consecuencias. 

Si bien José fue acusado y llevado a la cárcel injustamente, Dios estaba preparando todo para que algún día, José pudiera salvar a su familia, a todo el pueblo de Israel del hambre.


Dios desea que no manipulemos las circunstancias o pretendamos hacer su voluntad a través de nuestros propios esfuerzos sino que esperemos con paciencia que él cumpla sus promesas a su modo y a su tiempo.


Acaso ¿hay alguna cosa difícil para Dios?

jueves, 9 de junio de 2022

De la Victoria a la Rendición





Abram había sido probado en batalla y había ganado. (Genesis 14) Tenía todas las cosas, pero aún así estaba afligido por no tener descendencia.

Su victoria podría haber traído la sospecha de otros reyes. Abram podría temer a otros Reyes que lo vieran como una amenaza. Sin embargo, podemos ver que su victoria no le hizo olvidar a su Dios. Abram no se envanece tras su victoria sino todo lo contrario, pareciera que se siente ansioso, temeroso por su futuro. Entonces, mediante una visión, Dios le habla con palabras de consuelo diciendo: “No temas; yo soy tu escudo”

Génesis 15.1

Yo, Jehová (Yahweh), el Autoexistente, el Autor de la existencia, el Ejecutor de la promesa, el Manifestador de mí mismo al hombre, y no cualquier criatura por exaltada que sea, (Albert Barnes). Es este Dios que le dice a Abram NO TEMAS. 

Abram tiene dos miedos: la presencia del mal y la ausencia del bien. (Barnes)

El Señor, vemos, comienza, como siempre, con lo inmediato y lo tangible; consolarlo con sus palabras, enfatizando su cuidado y protección; y luego propone un principio que alcanza lo eterno y lo espiritual; “y tu galardón será sobremanera grande”  (Comentario Albert Barnes)

La expresión, no temas, suena como si Dios calmara a su afligido y ansioso siervo con cierto consuelo; Es probable que necesitara tal confirmación, porque percibió que muchos irrumpieron malignamente contra su victoria, y que su vejez estaría expuesta a graves molestias. (Calvino) 

Con el “no temas, yo soy tu escudo”, Dios libera al corazón de Abram del miedo.  Dios exhorta a Abram a tener una mente tranquila. Abram está protegido por el mismo Dios. 

Dios nos consuela con su persona y con sus promesas. La promesa de Dios está garantizada por su persona. 

Las promesas de Dios están garantizadas en la persona de Dios. 

“No es que los fieles puedan estar completamente libres de miedo y cuidado, siempre que sean sacudidos por las tempestades de las disputas y las miserias; sino porque la tormenta se calla en su propio pecho; y mientras que la defensa de Dios es mayor que todos los peligros, la fe triunfa sobre el miedo” - Calvino.


Génesis 15.2 

Podemos observar que Abram reconoce el señorío de Dios en su vida, lo llama Adonai, Señor Dios. Abram entiende su posición de siervo y el lugar de Dios como Señor. Sin embargo, hace su reclamo, su pregunta ¿Qué me darás?

Abram reconoce a Yahweh como Juez Supremo y Gobernador, y por lo tanto, Adonay tiene derecho a disponer de todos los asuntos relacionados con su bienestar presente o futuro. Comentario Barnes 

Adonay - Salmos (68.17; 86.3) - Isaías (29.13; 40.10) 

Abram parece comportarse con poca modestia. ¿Qué era más deseable que ser recibido bajo la protección de Dios y ser feliz en el disfrute de Él? - Calvino

Sin embargo, la libertad que tomó admite una excusa; primero, porque el Señor nos permite verter en su seno aquellas preocupaciones por las cuales somos atormentados, y esos problemas con los cuales somos oprimidos. En segundo lugar, al ver que el efecto de todas las promesas dependía de su simiente, no requiere, incorrectamente, que se le de una promesa tan necesaria.  Porque si la bendición y la salvación del mundo no se esperaran sino a través de su simiente; cuando ese punto principal parece fallarle, no es de extrañar que otras cosas parezcan desaparecer de su vista, o al menos no apaciguaron su mente ni satisfarán sus deseos. Y esta es la razón por la cual Dios no solo considera con agrado la queja de su siervo, sino que inmediatamente da una respuesta propicia a su oración. (Comentario Calvino)

Reconociendo a Dios como Adonay, Abram pregunta ¿Qué me darás? Abram no es un entusiasta ni un fanático. Se fija en las bendiciones sustantivas que el Señor había mencionado expresamente. (Comentario Barnes)

"Ahora", dice, "estoy cerca de la meta; y cuando termine mi vida, moriré sin hijos ". Añade, en aras de agravar la indignidad," que un extranjero sería su heredero... la herencia recaía en un extranjero que ocuparía el lugar vacío y desierto.

¿Por qué le preocupa que su herencia quede en manos extranjeras? ¿Por vergüenza? ¿Por qué Abram se preocupaba? 

Así, a menudo sucede que mientras un hombre recibe mucho de lo que generalmente se valora en el mundo, lo único que él mismo valora más está fuera de su alcance. Tiene su esperanza fijada de manera inamovible en algo que él siente que completará su vida y lo hará un hombre completamente feliz; hay una cosa que, por encima de todo, sería una bendición correcta y útil para él  (Comentario Nicoll) 

Este tipo de deseo nace del corazón del hombre, pero el anhelo de Abram se siente diferente. 

Si suponemos que Abram no buscó más allá de la comodidad exterior, esta queja sería la culpable. Pero si suponemos que Abram aquí hizo referencia a la Semilla prometida, su deseo fue muy loable. Hasta que tengamos evidencia de nuestro interés en Cristo, no debemos descansar satisfechos; ¿Qué me servirá todo si me quedo sin Cristo? Si continuamos instantáneamente en oración, pero oramos con humilde sumisión a la voluntad Divina, no buscaremos en vano. Dios le dio a Abram una promesa expresa de un hijo. Los cristianos pueden creer en Dios con respecto a las preocupaciones comunes de esta vida; pero la fe por la cual están justificados siempre respeta a la persona y la obra de Cristo. - Comentario M. Henry

Dios le había dado una promesa expresa de un hijo. Abram “reclama” una promesa expresa de Dios. Este reclamo no se basa en alguna especie de derecho que tenía Abram de engendrar hijos, ni en una expectativa irreal, sino en la promesa de Dios.

Quizás luego de una batalla, en dónde podría haber peligrado su vida, Abram reflexiona, se pone a pensar y recuerda que la promesa de Dios aún no se ha cumplido, entonces pregunta a Dios. Abram va a Dios, lleva tus preguntas a su Señor, quizás “sus reclamos” ante su presencia. (Ref. Oración de Ana por un hijo)

¿Por qué me preocupo cuando mis oraciones no son respondidas? ¿Por qué me siento humillada, avergonzada? Dios nos ha dado promesas expresas basadas en su persona, debemos llevar nuestras inquietudes a Dios cuando creemos que sus promesas no se cumplen.  

Dios ciertamente le había dado una promesa a Abram sin que él se la hubiera pedido. (Gen 13.16). Dios nos hace promesas por tu pura bondad, amor y gracia. Debemos esperar en su gracia para que las promesas sean cumplidas y sin lugar a duda darán la Gloria a Dios. 

Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios” - 2 Corintios 1:20

La promesa para Abram era un hijo, una descendencia. Nuestra promesa es Cristo. 

Romanos 8:19-23

Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.

Con su pregunta Abram parecía afligido, con temor a que la promesa no se cumpla, a quedar sin descendencia. ¿Por qué le afectaba a Abram no tener descendencia? ¿Solo se preocupaba por su heredad? 

Los planes de Dios no han sido cambiados, el plan sigue siendo el mismo. Dios daría una descendencia a Abram, el plan no había cambiado, simplemente aún no era el momento. 

¿Buscamos deleitarnos en las promesas de Dios o en el mismo Dios?

Lentamente también pasamos de deleitarnos en los dones de Dios a deleitarnos en Él mismo - Comentario Nicoll 

La tentación puede ser grande.

 ¿No sería mejor tomar lo que pudiera obtener, disfrutar de lo que se puso justamente a su alcance, en lugar de esperar lo que parecía tan incierto como el regalo de Dios? - Comentario Nicoll 

Si Dios sabía que pasarían años hasta que se cumpliera su promesa. ¿Por qué Dios le mostró su plan a Abram? ¿por qué le prometió una descendencia si faltaba tanto tiempo?

La espera en el creyente genera mayor dependencia de Dios, humildad, nos lleva a ver a Dios como nuestro Señor (Adonay), como el dador. Si todas las cosas se nos fueran otorgadas de forma instantánea nuestro corazón se engañaría y pensaría que son resultado de nuestras acciones, buenos actos, y no del obrar de Dios. 

Dios tiene mucho que ver con nosotros antes de que podamos heredar completamente la promesa - Comentario Nicoll

Génesis 15.4

Este no será tu heredero. Por lo tanto, inferimos que Dios había aprobado el deseo de Abram. De ahí también sigue el otro punto, que Abram no había sido impulsado por ningún afecto carnal a ofrecer esta oración, sino por un deseo piadoso y santo de disfrutar la bendición prometida a él. Porque Dios no solo le promete una semilla, sino un gran pueblo - Calvino

Dios le responde, le confirma la promesa. Dios le hace ver su creación, las estrellas. Al mirar las estrellas cambia su perspectiva. 

La vista de las estrellas no era superflua; pero Dios tenía la intención de golpear la mente de Abram con este pensamiento - Calvino

Y cuando él habrá mirado al cielo, cuando levantó su mirada, Abram creyó. 

Génesis 15.6 . Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia. 

Luego de escuchar a Dios, creyó. La palabra de Dios trae la Fe. La Fe es por el oir , y el oír por la Palabra de Dios. ( Rom 10.17) 

Sin embargo, respecto a la promesa de Dios, Abraham no titubeó con incredulidad, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios - Romanos 4:20

Poner nuestra Fe en Dios nos fortalece, nos levanta, renueva el espíritu, nos dan nuevas energías, ganas, cambia nuestra actitud, nos da nuevos propósitos, nos permite vislumbrar algo más.

En primer lugar, se elogia la fe de Abram, porque abrazó la promesa de Dios; se recomienda, en segundo lugar, porque, por lo tanto, Abram obtuvo justicia ante los ojos de Dios, y eso por imputación - Calvino

Abram no solo tuvo Fe en que tendría un hijo sino que de su descendencia saldría la bendición para todo el mundo, de su descendencia, vendría el Mesías. 

Parece ser absurdo que Abram esté justificado creyendo que su simiente sería tan numerosa como las estrellas del cielo; porque esto no podría ser más que una fe particular, que de ninguna manera sería suficiente para la completa justicia del hombre. Además, ¿de qué podría servir una promesa terrenal y temporal para la salvación eterna? Respondo, primero, que la creencia de la que habla Moisés no debe restringirse a una sola cláusula de la promesa a la que se hace referencia aquí, sino que abarca el todo; segundo, que Abram no formó su estimación de la semilla prometida solo de este oráculo, sino también de otros, donde se agrega una bendición especial. De donde inferimos que él no esperaba alguna semilla común o indefinida, sino aquello en lo que el mundo debía ser bendecido. - Calvino 

Esta es la proyección de la Fe que completa Pablo en Romanos 4.3

No decimos que Abram fue justificado porque se aferró a una sola palabra, respetando a la descendencia que nacería, sino porque abrazó a Dios como su Padre. Y verdaderamente la fe no nos justifica por ninguna otra razón, sino que nos reconcilia con Dios; y que lo hace, no por mérito propio; pero debido a que recibimos la gracia que se nos ofrece en las promesas, y no tenemos dudas de la vida eterna, estamos completamente convencidos de que Dios nos ama como hijos - Calvino

Fue en este momento cuando Abram realmente creyó a Dios. Colocó su Fe en Dios. Ya no habría más duda. Ya rindió su voluntad completa a Dios. Semejante a la revelación de Job, “De oídas te había oído;. Mas ahora mis ojos te ven.” - Job 42.5 - 

¿Has tenido una revelación, un momento en que recuerdes haberte entregado por completo a Cristo? Siempre es bueno regresar a ese momento en nuestra mente, para recordar, revivirlo y contemplar todas las maravillas que ha hecho Dios desde aquel momento. 

Una Fe plena en Dios nos lleva a vivir vidas consagradas.

Y ABRAHAM CREYÓ A DIOS Y LE FUE CONTADO POR JUSTICIA, y fue llamado amigo de Dios. - Santiago 2:23

Abram fue amigo de Dios porque confiaba en Dios. No solo es escuchar el consejo de Dios sino es ponerlo en práctica, tomar cada uno de los principios de su Palabra y buscar la manera de aplicarlo a nuestro andar diario. - 2 Corintios 10.5 - Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo

Abram estaba justificado porque, confiando en la bondad paternal de Dios, confiaba en su mera bondad, y no en sí mismo, ni en sus propios méritos - Calvino

¿Habrá sido consciente Abram de semejante promesa? ¿Habrá sido realmente consciente que de su descendencia vendría el Mesías? Dios no volvería a destruir al mundo por su maldad sino que enviaría un Salvador.  

Hallaste fiel su corazón delante de ti, e hiciste con él un pacto para dar le la tierra del cananeo, del hitita, del amorreo, del ferezeo, del jebuseo y del gergeseo, para darla a su descendencia. Y has cumplido tu palabra, porque eres justo - Nehemías 9:8

Si bien tiempo pasó, la promesa de Dios se cumplió por su gracia. 


Fuentes: 
Comentario Biblico de Albert Barnes
Comentario bíblico del expositor (Nicoll)
Comentario Biblico de Juan Calvino
Comentario Biblico de Matthew Henry
Dicciónario VINE

jueves, 20 de enero de 2022

Cómo conocer la Voluntad de Dios



Reconócelo en tus caminos y él enderezará tus veredas.  Proverbios 3:6


Es una promesa, si pedís la guía de Dios en TODOS tus proyectos, planes, Él va ordenarlos, alinearlos para tu bien y su Gloria.


La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, Y a ellos hará conocer su pacto. Salmos 25:14


Cuando más comunión tengas con Dios, más fácil va a ser conocer su voluntad.


Si queremos conocer cuál es la voluntad de Dios, tenemos que acercarnos más a Él. Cuando más cerca andemos de nuestro Dios, más fácil será tener la mente de Cristo. Ser imitadores de él. 


¿Querés conocer la voluntad de Dios para tu vida? Leé su palabra, ora, busca intencionalmente su presencia en tu vida, en tu mente, en tu corazón, llénate de Él, saciate, buscale y él a su tiempo pondrá la decisión correcta en tu mente y en tu corazón. No siempre es la que nosotros quisiéramos, pero será la que sea mejor o lo que necesita tu vida para glorificar su nombre.