Los hombres y las mujeres siguen tratando de persuadirse de que hay muchas formas y maneras que parecen correctas en la adoración. Pero en Su revelación Dios nos ha dicho que Él es Espíritu y que los que le adoran es necesario que le adoren en espíritu y en verdad. Dios saca la cuestión de la adoración de las manos de los hombres y la pone en manos del Espíritu Santo.
Nos es imposible, a ninguno de nosotros, adorar a Dios sin la impartición del Espíritu Santo. Es la operación del Espíritu de Dios dentro de nosotros la que nos posibilita adorar a Dios de manera aceptable por medio de aquella persona que llamamos Jesucristo, y que él mismo es Dios.
Así que la adoración se origina con Dios y vuelve a nosotros y es reflejada desde nosotros, como un espejo. Dios no acepta ninguna otra clase de adoración.
A. W. Tozer - ¿Qué le ha sucedido a la adoración?
¿Cuándo fue la ultima vez que te maravillaste de lo asombro que es Dios? ¿Cuándo fue la ultima vez que fuiste fascinado por Dios, por su carácter, por sus cualidades, por lo que Él es?
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