Para conocer la verdad muchas veces es necesario tomar decisiones drásticas. Salomón pidió una espada para cortar al niño en dos. Al parecer no había mucha compasión en este acto. El objeto de deseo debía ser destruido para descubrir la verdad.
Frente a la dificultad, la verdadera madre se quebrantó, mientras que la falsa madre fue indiferente. ¿Qué hacemos frente a la dificultad? ¿Nos quebrantamos o somos indiferentes?
El quebrantamiento de espíritu es señal de un verdadero cristiano, mientras que la indiferencia puede ser síntoma de que algo anda mal o que no es un verdadero cristiano. Se requiere sabiduría de lo alto para poder discernir entre un verdadero y un falso cristiano.
“Examinaos vosotros mismos si estás en la fe; probaos a vosotros mismos” 2.Cor 13.5
Este tipo de auto examen requiere esfuerzo, probarse a uno mismo. No es un examen que otros deban hacerme sino que debo hacerme yo mismo. Otros no pueden probar mi fe, sólo yo puedo hacerlo. El auto examen implica preguntarse a sí mismo en quién verdaderamente confío para Salvación ¿en Cristo? ¿En una oración? ¿En una experiencia? ¿En algo que paso en el pasado? ¿En qué verdaderamente estoy creyendo?
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